Chile finalista

Están en la final de la Copa América cuatro buenas selecciones. Unas, Argentina y Chile,que han respetado su estilo y sin realizar cambios de jugadores de forma estrafalaria. Perú, recuperando el estilo de siempre, como si hubieran abierto el libro de los recuerdos y decidieran jugar con excelente trato de balón. Paraguay, convocando la manera de jugar siempre.

Chile llego a la final superando por escaso margen, en goles y juego a Perú. No pudieron los chilenos, sino por pasajes, mostrar la rapidez y buen toque de balón, apoyados en la calidad de Valdivia, los impresionantes arranques por derecha de Isla y la presencia del goleador Eduardo Vargas. Esta vez, Perú les quitó por momentos el control del balón y con un hombre menos se atrevieron con Advíncula, el mejor en su puesto en esta Copa, la movilidad de Farfán y la seguridad de Guerrero, para proteger y aguantar con la pelota.

No se si el árbitro Argote, localista por lo demás, tenía instrucciones específicas o de su propia iniciativa, le "cargó" disciplinariamente la mano al Perú. Tengo que advertir que expulsó bien a Zambrano por la patada alevosa y peligrosa contra Aranguiz. Perdonó a Vidal una amarilla, lo mismo que a Albornoz. Invalidó dudosamente un gol a Chile y quedó la queja de Guerrero en una falta dentro del área. Perú no perdió por él. Sí condicionó a varios muchachos peruanos.

Sin embargo, Chile con su público alentando permanentemente, al final de cuentas se arrima a la final del sábado. Valdivia, Aranguiz, Isla, Vargas, forman el núcleo que desequilibra. Insisto, si que estas cuatro selecciones están en buen nivel, unas escalando esa condición y otras siendo fieles a su tradición. El mensaje pensando en Eliminatorias es claro. Vamos a competir de manera pareja, difícil y es hora, si no tarde, de comenzar a pensar como activar a nuestra selección. Buscando los jugadores en el mejor momento y ponerlos a jugar lo que cada uno sabe...