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No existe definitivamente un manual para aprender a controlar o defender en los tiros de esquina o como lo llaman: cobros con pelota detenida. Un ejemplo claro lo vimos en el empate entre Uruguay y Paraguay.

Primero fue Giménez el zaguero del Atlético de Madrid, quien sorprendió a las defensa albiroja incluido Villar. Después volvió a surgir por aire en otro cabezazo que salvo Villar. Los paraguayos encontraron en Lucas Barrios, y casi calcado al gol oriental, el empate.

Siempre hay agarrones de unos con otros, empujones y alguna vez se pita una pena máxima. Sufren mucho los arqueros y ahí se gana o se pierde y con más frecuencia de lo esperado. No es detalle menor observar como dos jugadores paraguayos sufrieron lesiones de isquiotibiales. Ortigoza y Barrios quien sabe si a punto de hielo alcanzan a recuperarse para el siguiente partido que podría ser contra Colombia.

Lo cierto es que tanto Uruguay como Paraguay tienen en común un juego que enreda, reduce espacios y viven pensando en un contragolpe como casi exclusiva fórmula de gol. Derlis González es el jugador diferente hasta ahora para los guaraníes. En cambio, Cavani se va en blanco hasta ahora. Cualquiera de los dos resultará complicadísimo, porque en su espíritu está instalado el concepto de trabajar el partido antes que jugarlo...

Cuando Higuaín a los 10 minutos anotó, creí en una goleada de Argentina a Jamaica, por la enorme diferencia de planteles y modo de juego. Lo que podía interpretarse como un entrenamiento para Argentina, no resultó tan cierto. Fue superior, sí, dispuso de más opciones, pero los del Caribe se aplicaron a jugar sin complejos y en el tramo postrero se acercaron a Romero. Perdieron uno a cero apenas y eso es para darse como bien servido.

Colombia que actúa a primera hora tendrá una meta. Ganar y despuás enfrentar al que Dios quiera....