Breiner Belalcázar: “Me gustaba que Sarmiento me puteara”

Desde la fría Pasto, Bréiner Belalcázar se calentó al recordar el entusiasmo que despertó Pedro Sarmiento tras su arribo al Deportivo Cali durante el Finalización de 2005. Terminaron celebrando el que a la fecha ha sido el último campeonato de Liga de los verdiblancos.

Un poco más de tres meses en la conducción técnica le fueron suficientes a Sarmiento para iluminar a los azucareros con la octava estrella en la historia del club. El antioqueño reemplazó a Jaime de La Pava, el Cali marchaba en la séptima posición y venía de ser marginado de la Copa Sudamericana. “Estábamos mal”, recordó Belalcázar. El desconsuelo aumentó con el debut de Sarmiento: el Cali cayó 5-0 en su visita al Atlético Nacional.

A falta de tres fechas para cerrarse el Todos contra Todos y con la amenaza de quedarse al margen de los cuadrangulares, los de Sarmiento hicieron de las victorias una rutina: nueve puntos de nueve en disputa. Luego en el cuadrangular, se impusieron a Junior, Once Caldas y América, y no tuvieron sobresaltos en la finalísima frente al Real Cartagena (0-2 de visita y 1-0 en el Pascual).

Sarmiento llegó con energía y contagió a la nómina de aquel entonces, entre los que se encontraba Bréiner Belalcázar, era un joven canterano (20 años) y fue titular en la ida en el Pedro de Heredia.

“Sarmiento es un técnico jodido, un ‘animal’ en el trabajo táctico, que era muy intenso. No teníamos necesidad de prepararnos con William Villa. Sarmiento tiene el temple del ‘Pecoso’ Castro, le gusta que el jugador meta y meta pierna. Además, teníamos dos goleadores como Blas Pérez y Rodallega. A mí me gustaba que Sarmiento me puteara y si llego a ser entrenador, creo que sería como él, exigente, apasionado, ganador”, rememoró ‘El Cachorro’ en diálogo con AS Colombia, y añadió que Sarmiento complementaba bien su labor: “Fuera de la cancha era un amigo, nos hacía reír, contaba todo lo que había vivido…”.

Luego de nueve años y medio de esa gran gesta, Belalcázar confiesa que está gratamente extrañado de que el Cali esté gobernado por jugadores jóvenes procedentes de sus fuerzas básicas. “El Cali siempre se caracterizó por contratar jugadores grandes, de nombre, los jóvenes teníamos pocas posibilidades de jugar. Ahora me alegra ver a Mera, a Cabezas, a Candelo. Recuerdo cando llegó Helibelton Palacios y Andrés Roa, a quien ‘el Maestro’ Arboleda tenía que apurar, porque él (Roa) era apático, como que no le gustaba estar en la cancha, y véalo ahora”.

De aquel título, ‘El Cachorro’ tiene un recuerdo que tendrá siempre presente. “Con ese título compré mi casa en mi pueblo, Villagorgona (Candelaria), allá vive mi mamá”. Y cerró hablando de la gran final entre Deportivo Cali y Medellín: “Como hincha y jugador que me siento del equipo, voy por el Cali. Han sorteado obstáculos muy complicados para llegar a esta final, lo demostraron frente a Nacional”.