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Hernán Peláez

Rojos y verdes

Bogotá

Los rojos del DIM en un corto lapso de juego, 12 minutos mal contados, enderezaron el rumbo de un partido ante el Tolima que estuvo complicado y que erigió como gran figura al arquero Paraguayo Joel Silva. El gol de Marco Perez, llevó presión adicional a la de los 39.000 espectadores.

Afortunadamente para Medellín, otro Pérez, Juan, se multiplicó, transitó por todos los laterales y cuando estuvo en el centro del campo, apuntó el empate con un remate fuerte y a media altura. Después se rebuscó un centro forzado desde la zona derecha y más forzado resultó el cabezazo de Hechalar para fijar el 2-1 y asunto terminado. Después, la ñapa la puso Monsalvo. Fue 3-1, así el marcador resulte largo, teniendo en cuenta la resistencia tolimense e incluyendo la pena máxima atajada por Silva a Caicedo.

Perdió Tolima y es preciso reconocer su esfuerzo y entrega. Medellín tuvo empuje, ganas de ir por el triunfo y lo mereció. Ahora la final, pero Leonel Álvarez, está justificando su ingreso. Venció el que estuvo atento y oportuno, el DIM.

En el segundo juego, el Cali tuvo más presencia para ganar en los noventa minutos. Controló el primer tiempo, marcó gol donde el arquero Delgado no cerró el ángulo en su palo izquierdo, así después se haya convertido en figura, como que tuvo nueve intervenciones definitivas para que el partido se fuera 1-0 a favor del Cali.

En la complementaria, el ingreso del veterano Mayer Candelo, equilibró las cargas. Realizó su juego lento, pausado e inteligente y el Cali se extravió totalmente sin poder aprovechar la velocidad de sus delanteros y el apoyo del otro Candelo.

Fueron al punto penal y allí, Delgado que había realizado gran trabajo en el tiempo reglamentario desperdició el último cobro y el uruguayo Hernández fue el ganador y de paso su equipo.

Claro que Millos no tuvo en el medio campo jugadores rendidores. Robayo transportando mucho el balón y perdiéndolo; Silva sin fuerza; Insúa sin pesar en el andamiaje y solo Fabián Vargas asociado a los zagueros; aguantando las embestidas del Cali; mientras Núñez se atragantó dos opciones de gol.

Fue un partido bronco, sin gran calidad técnica, reconociendo si la entrega y la voluntad, que son argumentos válidos, aunque casi nunca alcanzan.

Leonel dirigió al Cali y salió con problemas. “El Pecoso”, vuelve a demostrar que tiene el "palito" para meter equipos en las finales, que ya comienzan el miércoles.

Verdes y Rojos sufrieron y llegaron a la final.