Acosado por el resultado adverso saltó el Cali a la cancha de Palmaseca. El apremio era igualar el marcador, pero los verdiblancos no lucieron desesperados. Pusieron en juego el dictado que les dio el entrenador: amplitud por derecha con Helibelton Palacios , lanzamientos de Candelo a las espaldas de los defensas, aceleración por izquierda con Andrés Roa y sintonía con su tandem atacante: Harold Preciado y Mateo Casierra, reemplazante de Miguel Murillo, quien se lesionó horas antes del decisivo compromiso. Con tan temible ataque, aumentaba el optimismo. La postura de los azucareros hacía prever que era solo tener una pócima de paciencia, cuestión de minutos para que se igualara la serie. Sólo llegaron hasta el empate, luego se encontraron con Luis Delgado. El Cali avisó desde los primeros minutos en la puerta custodiada por Delgado. Candelo disparó de media distancia. Luego, Preciado le calentó las manos al golero de los embajadores, que además, contuvo un zurdazo tras una diagonal interna de Palacios, y fue perdonado por Candelo, quien en el 19, frente al arco elevó su disparo, luego de una trenza entre Palacios y Preciado. El Cali carburaba, aceleraba e incomodaba a Millonarios cuando Roa tomaba el balón y aumentaba las velocidades, pero tenía muchas más variantes de ataque. En el 22, el árbitro, Adrián Vélez, omitió una falta en el área sobre Preciado . Y seis minutos después, llegó el contenido estrépito en el estadio de Palmaseca… Preciado filtró entre los defensas para Casierra, quien definió fuerte, rastrero, al primer palo desprotegido por Delgado. Millonarios fue ambicioso por momentos, posicionado en terreno del local, se repitió en los centros cruzados, pero se mostró muy frágil en los duelos en el medio campo. Entre tanto, los de ‘El Pecoso’ Castro terminaron el primer tiempo recuperando rápido la pelota, limitando el accionar de los visitantes encapsulados, sin una vía de escape. No obstante a ello, sólo la mala puntería del defensa Román Torres impidió que Millonarios se fuera al entretiempo con la igualdad en el marcador. El panameño desvió su disparo frente al arco, tras un mal rechazo de un defensa y de la indecisión del arquero Ernesto Hernández. Disminuido en su ánimo se veía Millonarios poco después de iniciado el segundo tiempo, sin luces, sin norte, sostenido en su arquero. En el 47 Luis Delgado le ganó en el mano a mano a Preciado y cuatro minutos después, envió sobre el travesaño un zapatazo de Roa. Además, en el 60, desvió un difícil disparo de Candelo. El Cali, impulsado por sus aficionados, se veía con más vitalidad y tenía muchas libertades para circular con el balón. Dinamitaron el área de unos albiazules que arriesgaban aguantando muy cerca de su área. La supremacía de los azucareros duró hasta poco después de que Mayer Candelo ingresara a la cancha. El 10 de los visitantes tuvo pausa y amplia visión. Arriba Maxi Núñez peleaba en solitario y en el 74, creó pánico en tribunas tras un disparo cruzado. Luego, el mismo delantero argentino hizo silbar el palo izquierdo de Hernández. No pudo ser peor la noche para Andrés Cadavid, posicionado como marcador de punta por la izquierda, perdió todos los pulsos, aturdido, después de tantos desaciertos, vio la roja en el minuto 90. Poco después, el árbitro dio las tres notas finales y el juego se definió por penaltis .