Perdió y ganó
Parece un juego de palabras, pero es la verdad con esta clasificación de Millonarios a las semifinales del actual semestre. Perdió el juego con Envigado (3-2) y ganó en el agregado de goles (6-3), contando con Fernando Uribe, quien aportó cuatro goles e Insúa dos, para prepararse de inmediato para chocar con el Cali.
Es probable que Envigado sea el equipo más rápido, con más movilidad entre los participantes. En el primer tiempo, Millos nunca pudo neutralizarlo por la velocidad de los jóvenes rivales. Los volantes, Vargas, Rendón y Robayo no encontraron nunca la pelota y siempre sufrían por el vertiginoso juego del Envigado. Ni siquiera con el ingreso de Mayer en el segundo tiempo, consiguió la pausa necesaria para intentar cortar las comunicaciones rápidas y entre líneas de Envigado, que tuvo en John Méndez el mejor jugador, amén de regalar un soberbio gol, ubicando un zurdazo en todo el ángulo superior derecho de Vikonis, quien de paso volvió a sacar pelotazos que generalmente regresaban de inmediato a sus dominios.
Núñez, en un pase a medias de Mayer, localizó un centro para el cabezazo y gol de Uribe, que pareció amainar el' entusiasmo del local. Para ser justos, el Envigado buscó acortar con goles la enorme diferencia con la cual había iniciado el partido y mereció ganar, como en efecto ocurrió. Le faltaron minutos y goles, aunque quedó ratificado que nadie en nuestro fútbol actual puede sentirse ganador sin jugar.
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Hubo un detalle visto en el primer tiempo, cuando Millos no controlaba el partido. Se vio a Mayer Candelo en el banco diciendo "hay que jugar". Para ello es necesario tener posesión del balón y eso no podía cumplirse por el despliegue de fuerzas y velocidad del adversario. Millos logró el paso, por la cosecha conseguida de goles en El Campín.
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