Resultó contundente
Que los partidos duran 90 minutos es una verdad de a puño. Porque faltando quince minutos Millonarios vencía "apenas" por uno a cero al Envigado que, hasta ese momento, resultaba un equipo complicado para Millos, porque corría, reaccionaba de inmediato y contaba con Méndez como un buen organizador de juego y muy hábil para la conducción del balón. De paso, Millonarios insistía sacando el balón largo desde las barbas de Vikonis y generalmente lo perdía con los zagueros contrarios.
Javier Reina demostró falta de ritmo y en cambio Insúa sin entrar mucho en el juego se apuntó con un gol de tiro libre, aprovechando el salto de quienes formaban la barrera. A todas estas, el juez Machado no sancionó un penalti claro contra Tello, quien de paso quiso poner alegría en su juego. No era un partido enredado ni difícil para Millonarios. Simplemente Envigado resultaba un equipo "incómodo" para enfrentar.
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El último cuarto de hora sirvió para ganar los mayores aplausos. Fernando Uribe volvió a ser el jugador, que por sus condiciones de goleador, emigró a Italia, regresó con ánimo de revancha y de demostrarse a sí mismo que mantenía su apego por el gol. En Nacional pudo superar el trauma sufrido en el exterior, pero esta vez, anotó tres goles que lo dejan como goleador del campeonato y dejan a Millos bien perfilado para el domingo cuando vuelva a enfrentar al Naranja.
De los tres goles de Uribe, el mejor fue el cabezazo que metió a un centro de Ochoa. Resultó su noche feliz. Así lo vivieron los hinchas y sobre todo Lunari que finalmente ubicó un grupo para aspirar a un título. No sé si lo ganará. Tiene con qué… Mayer e Insúa ya se conforman y no reclaman su situación de jugar por ratos.
