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Automovilismo

Por segunda vez Montoya gana las 500 millas de Indianápolis

Era la segunda vez que el colombiano disputa esta competencia en el legendario óvalo desde su regreso a la categoría en 2014. Roberto José Guerrero da su punto de vista. Indy 500 en vivo

BogotáActualizado a
Foto tomada de jpmontoya.com
jpmontoya.com

En mayo de 2000 buena parte de los colombianos hablaba con propiedad sobre óvalos, dominaba la señalización de las banderas, -amarilla neutralización y verde –siga, siga-, reconocía a simple vista si había llantas frías, calculaba si la carga de metanol (combustible) en la mitad de la carrera, alcanzaba para llegar a la meta y sabía de memoria los puntos que daba la pole.

Épocas de Juan Pablo Montoya campeón en la Fórmula CART y de uno de los logros que más recuerda: su triunfo en las 500 Millas de Indianápolis que cuenta tanto como un título y garantiza hall de la fama en el mundo de las carreras.

Quince años después ya no se opina con tanta suficiencia sobre la IndyCar, aunque se mantengan algunas de sus reglas, pero Juan Pablo si mantiene el nivel para recoger la bandera a cuadros este domingo 24 de mayo y ratificar su primer lugar en la categoría.

Saldrá desde el puesto 15 y tendrá 200 giros para repetir su hazaña. Competirá con otros 32 pilotos, cuatro de ellos colombianos. “El Chevrolet de nuestro equipo Penske será muy rápido”, avisó el bogotano tras la sesión de clasificación.

La experiencia se mide por kilómetros

Un hombre autorizado para hablar de IndyCar es el antioqueño Roberto José Guerrero, quien en la década de los años ochenta fue el pionero en poner la bandera colombiana en un monoplaza de la serie norteamericana.

AS Colombia busco al compatriota de 56 años que corrió 15 veces en Indianápolis, que alzó sus brazos en gesto de victoria por primera vez en 1987 en el ovalo de Phoenix, mismo año en que un accidente lo dejó en estado de coma 17 días porque una llanta de su carro le cayó en la cabeza. El todo guerrero que pudo exigir su carro hasta los 374 kilómetros por hora quebrando récord en pista en 1992, el mismo que ahora dedica su vida a instruir a los nuevos pilotos.

Indianápolis: “Las carreras de las 500 millas siempre van a hacer emocionantes, es increíble que tengamos cuatro colombianos en competencia. Hubo muchos cambios en la clasificación especialmente en su aerodinámica porque los carros parecían elevarse”.

Diferencias de la Indy de ayer a la de hoy: “Cada año se siguen haciendo cambios en los carros aerodinámicamente hablando al igual que en su construcción, asimismo las reglas se han vuelto más exigentes. Recuerdo el momento cuando le daba inducción a Sebastián Saavedra y quedaba sorprendido porque no creía que yo había manejado monoplazas con escasa seguridad para el piloto. Los carros ahora son más seguros”.

Emerson Fittipaldi considerado héroe: “Cuando yo era pequeño lo vi coronarse dos veces campeón de la Fórmula 1, es mi ídolo. Tuve la fortuna de correr junto a él en la IndyCar, pude conocerlo y compartir momentos inolvidables tanto personal como profesional”.

Consejos para ganar las 500 millas: “Tener un buen equipo porque por mínimo en carrera son siete paradas en los pits. De igual forma poseer un carro a punto que resista la exigente carrera. La paciencia también juega un factor importante porque la carrera es larga y no se sabe que pueda pasar, se debe mantener el carro en óptimas condiciones en cada entrada a reabastecimiento esperando que los cambios sean positivos hasta el fin de las 200 vueltas”.

Sólo para elegidos

Indianápolis unge en otra dimensión y carácter a los pilotos. Desde hace 100 años ha recibido en su óvalo o en su circuito largo, válidas de Fórmula 1 o de NASCAR. Pero son las 500 Millas las que le dan su condición de mito. Montoya ganó esa competencia como novato, algo que no ocurría desde 1966 cuando el británico Graham Hill, ya campeón de Fórmula 1, lo hizo al volante de su Lola Ford.

En 2000, el colombiano tardó cuatro horas para completar las 200 vueltas. Tomó la punta en el giro 27 y en una combinación de conducción, precisa, temeraria junto con una calculada estrategia de su jefe Chip Ganassi ganó sin problemas por delante del norteamericano Brundy Lazier y el chileno Eliseo Salazar lo escoltaron en la línea de llegada.

“Me emocionó muchísimo ver a Juan Pablo como vencedor en Indianápolis”, dijo entonces el brasileño Emerson Fittipaldi vencedor de la carrera en 1992. “Montoya es demasiado bueno, es un piloto de enorme talento y bastante agresivo, pero también muy inteligente en el manejo de su auto”, completó en una entrevista a la emisora La FM de Colombia.

Envuelto en la corona de laureles y brindando con leche y no con champaña como se hace de 1930, dedicó su triunfo al país.

"El carro estaba perfecto. Me puse feliz al cruzar la línea de meta. Es tan emocionante, que no puedo creerlo. Tomará tiempo darme cuenta de lo que acabo de ganar. Quiero enviar un saludo muy grande a la gente en Colombia. Estoy muy contento de haberle dado esta victoria a todos ellos”, dijo.

Este domingo como líder de la temporada irá tras esos recuerdos en su Chevrolet. Más experimentado llega con 171 puntos, una victoria y otros dos podios.