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Ay qué tiempos aquellos señor Don Simón. Porque los equipos de Brasil hoy, nada tienen que ver con su tradición de jugar bien y regalar dosis de buen fútbol. Esto para decir que Internacional de Porto Alegre vino a no jugar. Nada propuso en ataque y solo un error de Mina, cuando se resbaló, permitió a Nilmar acariciar la única opción de gol, que fue neutralizada por Castellanos y el mismo Mina, cuando el delantero intentó hacer una vaselina o sombrerito.

Entonces, Santa Fe decidió ir a buscar el partido, pero tropezó con la inoperancia de su pareja de delanteros. Por esa razón, el técnico Costas los cambió por Rivera y Borja. Realmente hicieron más que Morelo y Páez. Es más, Borja se perdió una oportunidad. Mientras la defensa apoyó y se presentaron dos remates en postes, la defensa brasileña reventaba la pelota a donde saliera.

Ya es costumbre que los cobros con pelota detenida de Omar Pérez, traen zozobra para el rival y así en tiempo adicional, Dairon Mosquera localizó los tres puntos con un certero cabezazo.

Emelec también había ganado sus puntos en Manta por uno a cero delante de los mejicanos de Tigres. Santa Fe siguió por ese sendero y para los vencedores en esta primera jornada de cuartos de final, el partido de regreso será diferente. Porque los ganadores entran a sentir la presión de los derrotados. Ahí es donde Santa Fe puede con Morelo y, diría, Rivera pueden organizar buenas acciones de contragolpe.

Resulto partido lento, por momentos soso, aunque quien merecía ganar era Santa Fe, como ocurrió, gracias a su insistencia, con desorden y valida por lo demás. A falta de goleadores los del fondo cumplen el papel de aquellos. Ni Lisandro López, ni Morelo, ni Páez, "estuvieron" en el partido. En otro sentido, Roa, Torres, Mina, Mosquera, empujaron y de qué manera a su equipo.