Hernán Peláez

Noche triste

Hernán Peláez Restrepo
Bogotá Actualizado a

La noche para el fútbol se perdió, en esta jornada de Copa Libertadores. Cinco goles en tres partidos y nada de clásico, hablando de River y Boca y tristísima presentación de Nacional en Manta. Lo dije brevemente pero debo ampliar la apreciación. Se admite jugar mal, porque ningún equipo sostiene regularidad en lo bueno. Pero jugar, que es un decir, tan mal como lo realizó Nacional es grave. Parecían apáticos, sin reacción, entregados y capaces de conformarse con perder por dos goles, creyendo en la posibilidad de revertir el asunto en Medellín.

Nacional realmente en 45 minutos del segundo tiempo, solo se arrimó una vez con cierta probabilidad, con un tiro libre en el final, cobrado por Gilberto García. Es más, Copete de un primer tiempo malísimo, en la final oficiando como lateral izquierdo, podría calificarse como el mejor.

Lo que no entiendo es como el sistema defensivo no se organiza, ni existen relevos correctos y los boquetes ofrecidos, recordando el segundo gol de Miller Bolaño, son enormes. Ya frente a Millonarios, la velocidad de Agudelo resultó incontenible para los zagueros verdes y ni hablar de esta vez, porque además son varios jugadores del Emelec, de físico liviano y movilidad.

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Muy malo fue el juego de Yulián Mejia, un jugador que sigo considerando de buen pie, inteligente pero en esta ocasión, estaba “elevado” pensando en cosas diferentes a su obligación de organizar el juego y poner a funcionar a los de arriba.

Es posible que Nacional después de una autocrítica seria, pueda superar la diferencia de dos goles en el Atanasio Girardot. Osorio debe comprometer a sus jugadores con un objetivo y alejar ese conformismo y desgano palpable en Ecuador.

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