Está vivo

Pintaba muy mal el panorama para Santa Fe en La Plata, al terminar el primer tiempo. Confundido en defensa, sin reacción en el segundo gol de Carrillo y para ajustar, Omar Pérez sin lucidez para manejar la salida del equipo. Y no es de ahora, pero Pérez con las luces encendidas es quien hace jugar al equipo y aprovechar a los de adelante.

Ostensible y palpable la mejoría en el segundo tramo del juego. Bastaría contabilizar opciones claras de gol, que fueron tres. La de Arias ingresando libre y calibrando un remate fuerte y alto. Un cabezazo de Páez, la más nítida oportunidad, con notable doble reacción de Hilario Navarro y un extraño cabezazo de Meza de espaldas al arco. Y después el premio para un delantero que como Morelo no da balón por perdido, lucha, se mueve por todos lados y se abrió el camino para soñar para el juego de vuelta.

Hubo metamorfosis en el plan de juego. El sueño del primer tiempo desapareció y despertó y acorraló a Estudiantes. Fueron 45 minutos de juego lucido. Ahora sin querer justificar la derrota, el árbitro, perdonó la expulsión a Domínguez, por dos faltas similares a Morelo. Ambas las sancionó. El detalle estuvo que una llevó tarjeta amarilla y la otra no. Y creo que una falta clara contra Morelo dentro del área, daba para penalty. Cierto también que Arias cometió falta peligrosa y desconsiderada a un rival que bien valía la tarjeta roja

Lo importante es saber que Santa Fe si sostiene lo ofrecido en el segundo tiempo, bien puede creer que en El Campín logrará la clasificación. Destacable también en el rival la presencia del goleador Carrillo, quien acumula ya siete goles en Copa. Conociendo el asunto, poco durará en Estudiantes. Porque los equipos argentinos a la hora de vender, hasta los muebles salen a remate.