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Por fin Nacional tuvo una noche para recordar. Ganó su primer partido como local, pues había perdido con Barcelona y empatado con Estudiantes. Por supuesto que también es preciso advertir la flojera de Libertad como equipo, lo cual no es culpa de Nacional. Los locales golearon, no recibieron gol y de paso varios jugadores lograron alto rendimiento y aporte.

A la hora de las calificaciones, Luis Carlos Ruiz, sale adelante. Hizo pase gol con el pecho para la maniobra del golazo que cristalizó Yulián Mejía. Después se apuntó dos goles en el comienzo de la etapa final, entrando en el primero como "Pedro por su casa" ante la sorpresa de la defensa paraguaya. Después, de sombrero o vaselina -como quieran llamarlo- otro gol.

Alejandro Bernal en su zona, como viene siendo costumbre, rindiendo y entregando la pelota limpia a Mejía. Curiosamente recuerdo a Bernal como lateral derecho en Santa Fe. Y Farid Díaz después de tanto tiempo ejerciendo como lateral, ahora en el medio campo parece haber encontrado su lugar.

Por fin los seguidores de Nacional, que tanto cuestionaban la tendencia de equipo resultadista, en esta vez disfrutaron de momentos de fútbol bien jugado y pensando siempre en el arco de Rodrigo Muñoz. Hace poco se cuestionó, y con razón, ese "echarse a las petacas" cuando estaba ganando dos a cero y le empataban por dejar de insistir en juego ofensivo.

Creo que por fin el Nacional, que llega a a esperar en la siguiente etapa seguramente a Guaraní, otro equipo paraguayo, tuvo una de sus jornadas mas completas en cuanto a fútbol efectivo.