-¿Qué tal que fuera fácil? – Preguntó el periodista con ironía. La respuesta no podía ser otra que una ronda de carcajadas.
"De pronto no dice nada Kuwait, de pronto no dice nada Baréin… pero por ahí llega a perder la Selección y entonces ahí sí va a decir algo. No son los mejores equipos, pero estoy convencido de que no va a ser fácil ganarles”.
Las declaraciones de René Higuita sobre los amistosos en Medio Oriente se convirtieron en una ocurrencia graciosa. Antes del partido no lo eran, después sí, cuando ya había un 6-0 para el análisis. Vino Kuwait y complicó el panorama: fue un equipo defensivo, pero que arriesgó por momentos.
Por supuesto Colombia es más que Kuwait, pero una vez más el fútbol refutó los pronósticos e invitó a la humildad. La Selección no pudo ser colectiva, lució cansada y sin un conductor en la cancha. El equipo asiático cerró espacios: solo dos golazos de media distancia y un penal pudieron resolver un partido que se enredaba.
¿Las conclusiones?
Voz de mando. La apuesta más arriesgada de Pékerman en la Copa América será la pareja de centrales. Hace falta liderazgo en defensa, alguien que ordene y de seguridad a jugadores como Franco, Murillo o Stefan. Preocupa que Zapata, el jugador más experimentado en esta zona llegue sin ritmo tras una lesión que lo tiene fuera de las canchas desde enero.
Falcao récord. El Tigre demostró que sigue siendo un referente en el equipo de Pékerman. Regresa a Manchester con estadísticas y confianza renovadas: le faltan minutos, pero le sobran ganas. Promete su reencuentro con James, un soporte en lo futbolístico y en el camerino.
Continuidad. La máxima y mayor preparación es en nuestros clubes, dijo Falcao. Él y jugadores como Armero, Ramos, Cuadrado o Aguilar tendrán el reto de mantener la forma y el nivel aunque no sean titulares.
Sin ser Alemania, Kuwait puso en problemas a la defensa, complicó a los delanteros y dejó lecciones para lo que viene. Al fin de cuentas Higuita no está tan loco.