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Deportivo Cali

Goleadores históricos del Cali alaban el trabajo del 'Pecoso'

Léider Preciado, Hamilton Ricard y Walter Escobar citaron algunas de las bondades que le permiten al entrenador tener un equipo voraz como el Deportivo Cali.

CaliActualizado a
Hamilton Ricard y Walter Escobar hicieron parte del equipo campeón en 1996
Twitter: @AsoDeporCali

El buen entrenador suele tomar decisiones justas que integren y preserven la lealtad como premisa en los grupos. Además, mantiene motivados a los suplentes y se esfuerza porque las individualidades se exijan por una causa común.

Y al parecer, Fernando ‘El Pecoso’ Castro reúne las anteriores características, simboliza la cultura del esfuerzo, y transmite, enciende, contagia a sus jugadores con su característica rebeldía.

El Deportivo Cali que orienta ‘el Pecoso’ es el equipo con mayor número de goles en la Liga Águila: 26 anotaciones en 12 compromisos. Sus delanteros andan muy dulces, intratables, voraces.

Los azucareros tienen al máximo anotador del campeonato, Harold Preciado (10 goles), quien el año anterior se erigió como goleador en el primer Torneo del Ascenso (18 goles) con el Jaguares de Córdoba.

El poder ofensivo de los del ‘Pecoso’ en la presente temporada con el equipo verdiblanco no es producto del azar, no es fortuna; es el fruto del útil trabajo, de la receptividad del grupo. Basta con mirar atrás para refrendarlo.

La temporada anterior dirigiendo al Atlético Huila, dos de sus dirigidos se ubicaron entre los primeros cinco máximos anotadores del Finalización: Juan Caicedo (segundo con 14 goles) y Hernán Hechalar (quinto con 9). A Caicedo ya lo había dirigido en el Quindío (en el Finalización de 2012 anotó 7 goles, dos menos que el goleador, Germán Cano).

Léider Preciado fue goleador del campeonato colombiano con el Cali en el Finalización de 2003 (17 goles), y siendo dirigido por ‘el Pecoso’ Castro, estuvo entre los máximos anotadores en el Apertura de 2008 con Santa Fe (10 goles), y en el Finalización de 2010 celebró 8 goles con el Quindío.

Hamilton Ricard fue goleador del campeonato colombiano con el Cali en el 97 (36 goles), y siendo dirigido por Castro, se coronó campeón de la Liga con los azucareros en 1996, y estuvo entre los goleadores del Finalización de 2011 con el Quindío (8 goles).

Walter Escobar, siendo dirigido por Castro, fue protagonista en el título del 96.

Preciado, Ricard y Escobar, coincidieron en que el actual entrenador del Cali se ha caracterizado por la lealtad en la toma de decisiones de los equipos, y por la permanente exigencia hacia los jugadores; al tiempo que ponderaron la actual labor con el goleador equipo azucarero, que además de Preciado, tiene a Santos Borré con 7 goles y a Miguel Murillo con 5.

Hamilton Ricard:

“‘El Pecoso’ les saca lo mejor a los jugadores, les sabe exigir, porque el jugador en cada partido presenta un examen, y ahora tiene en racha a los delanteros del Cali, por ello, les deben tirar los balones, y ellos saben que el que está jugando no puede espabilar, porque todos están en buen nivel. A nosotros nos pasaba con Walter Escobar y Víctor Bonilla”.

“Con ‘el Pecoso’, el jugador no se conforma, él siempre dice que uno debe de darle más al equipo y a la afición, por eso los equipos le caminan, él exige todos los días, hasta que los jugadores se acostumbran”.

Léider Preciado:

“La clave del profesor Castro está en la confianza que les da a los jugadores, en el Quindío también sacó goleadores, porque hace que el jugador se convenza de sus capacidades; además, el jugador cuando está en su mejor momento, sabe que él lo va a poner, él se la juega con el que anda bien y toma buenas decisiones”.

“Con ‘el Pecoso’ nadie se puede relajar, no importa que un partido hayas metido tres goles, en el entrenamiento hay que exigirse igual que en la competencia oficial. Y en este Cali no se puede dar ventajas, los delanteros saben que deben estar al ciento por ciento porque el que se queda en la banca, está esperando la oportunidad”.

Walter Escobar:

“La clave está en la competitividad que él le pone a cada jugador. Él siempre cuando tiene buenos delanteros, como los del Cali, hace que el ambiente y la competencia sea exigente, A cada cual le da lo que se merece, es justo en sus decisiones y eso hace que la competencia sea alta”.

“Para el título del 96, conformamos un grupo de amigos, sin celos ni rencores y cada cual se exigía al máximo”.