René Higuita: "No va a ser fácil ganarle a Baréin y Kuwait"
'El Loco', que hoy trabaja como entrenador de arqueros en Arabia Saudita, defiende los amistosos en Medio Oriente y le pide a la prensa colombiana una dosis de humildad.
Se acercan los amistosos de Colombia, y si hay una voz autorizada para hablar de la Seleccióny la gira asiática, es René Higuita, el arquero que hizo historia en el arco nacional y que vive hace tres años en Arabia Saudita trabajando como entrenador de arqueros del Al-Nassr.
Desde Riad 'El Loco' habló con AS Colombia para compartir su experiencia en Medio Oriente y contarle al país lo que le espera al equipo de Pékermanen esta aventura contra Baréin y Kuwait.
LOCO, ¿Y ÁRABE?
“Arabia es hermosa y su cultura es maravillosa. Me siento contento de aportar mi experiencia y conocimiento. Soy feliz porque hago lo que me gusta”.
“Tocó acostumbrarse. A donde fueres, haz lo que vieres”, es su frase de cabecera. Esa misma que le enseñó “a explorar” y “a observar para conocer la cultura, aprender de ella y no pecar de ingenuo e inocente para no irrespetar o pasar vergüenzas”.
Nunca más volvió a dar autógrafos y a tomarse fotos en las calles: “Recién llegué, pagué la novatada. Me tomé una foto con una admiradora y la Policía casi me detiene. Acá las mujeres tienen muchas prohibiciones, y una de ellas es que no pueden tomarse fotos ni pedir autógrafos. Tampoco pueden salir solas a las calles e ir a los estadios de fútbol”, cuenta.
Eso sí, confiesa ser un admirador de la mujer árabe, de quien afirma que “no necesita ver su rostro o su cuerpo para descubrir su belleza y su esencia”.
“¿Es verdad que nos tocan de a siete mujeres?”. Era la pregunta obligada. "“Pues si tienes con qué sostenerlas y darles a todas por igual…”, responde entre risas. Pero aclara de inmediato: “En realidad son de a cuatro las que se puede, pero todo con el permiso de la primera”.
Curiosamente eso no es lo que más le sorprende de la cultura de dicho país: “La devoción y el respeto que se tiene por la religión, el profeta Mahoma y el Corán, es una cosa impresionante. Pero no he tenido problemas con eso. Jamás me han obligado a hacer algo que no quiera. Si quiero rezar, lo hago. Si no, no. De hecho, los he acompañado con el ayuno en el Ramadán y puedo dar fe de que es una práctica muy saludable”.
El Higuita de hoy es más espiritual. Ha sabido convivir con las costumbres ajenas y ha encontrado en la soledad a su mejor consejera: “Es difícil llegar a la casa después de un partido o un entrenamiento y no encontrar a la señora y los hijos. Es duro. Pero ahí es cuando uno empieza a encontrarse con uno mismo y a pensar en la importancia del desapego y la soledad para salir adelante”.
Tiene contrato hasta 2016 con el club que hoy dirige Jorge Da Silva y, a pesar de que el idioma es una batalla perdida porque “primero aprenden los árabes a hablar español que René Higuita árabe (risas)”, no dudaría en quedarse a vivir en el ‘desierto’ otros cinco años.
Claro, es que además del cariño de la gente que lo considera un ídolo y le pide “escorpiones” a donde quiera que va, ha contado con la suerte de compartir con entrenadores que hablan el mismo idioma, lo que le ha facilitado el trabajo y la comunicación. Primero fue Francisco Maturana, luego el uruguayo Daniel Carreño, después el español Raúl Caneda y ahora el popular ‘Polilla’.
Solo una cosa aceleraría su regreso a Colombia: “Quiero ser presidente honorario de Atlético Nacional. Espero que este mensaje lo lea el doctor Ardila Lülle". Así se despide el gran René.