ExtraordiNAIRO: El rey de la montaña

Dicen que Nairo Quintana es inexpresivo. Que cuando coge la bicicleta cuesta arriba su cara es la misma que cuando está departiendo con sus amigos en Boyacá.

Y sí. Hoy, en la etapa reina de la Tirreno Adriatico, cuando a 4.3 kilómetros de la meta decidió atacar e irse por delante de sus máximos rivales, su cara tampoco cambió.

Pareciera que Nairo no se esfuerza para escalar, hace ver como si las grandes y míticas subidas del mundo fueran pan comido ante sus poderosos pedalazos. La montaña se rinde ante él.

Y no es la primera vez que vence a una subida legendaria, ni tampoco al frío o a la nieve. El año pasado en el Giro de Italia, del que fue indiscutido campeón cuando subió 'facil' la Cima Grappa en la crono escalada (con una gripa a cuestas) o cuando hizo llorar a Colombia en el Tour de Francia subiendo solito la majestuosa Annecy Semnoz.

Era la primera vez después de su fractura de clavícula que Nairo aparecía en las carreteras europeas enfrentándose a los que serán sus rivales durante todo el año, Alberto Contador, Vincenzo Nibali, 'Purito' Rodriguez y el mismo Rigoberto Urán. A todos los dejó hoy (Christopher Froome no corrió la competencia por problemas físicos pero también será uno de sus contendiente en las montañas del Tour).

Yo me la juego por Nairo. No porque hoy haya sido el mejor, lejos, sino porque es un corredor que no se conforma, porque se toma en serio sus entrenamientos en la meca de los escarabajos (Boyacá) y porque poco a poco ha superado, y sigue haciéndolo, los obstáculos que su naturaleza le ha puesto, como las contrarreloj.

Se nos viene toda la temporada. Se nos viene el Tour de Francia. Si las cosas ajenas a su rendimiento lo permiten, se nos viene un año ExtraordiNAIRO.

Ah, en medio de la nieve y el intenso frío a Nairo se le asomó una pequeña sonrisa al cruzar la meta en el Terminillo.