Un jefe difícil

Falcao a pura fuerza fabrica un penal, cobra Rooney y es gol. Respira Old Trafford que ya había sufrido 68 minutos de un partido en el que el United no se encontraba. El rival con 10 y Van Gaal decide que El Tigre debe dejar la cancha. El público, que pocas veces se equivoca, lo aplaude con los brazos en alto. Un cambio difícil de entender.

Curiosamente en la previa al partido frente a Sunderland, el holandés había excusado la falta de protagonismo de su equipo en la Premier League con el bajo rendimiento de sus atacantes. "No tengo un delantero que marque 20 goles por temporada", dijo. Sin embargo, después del juego explicó que habría sacado a Falcao, incluso si el partido hubiera estado 0-0.

¿Arrogancia o disciplina táctica? Los antecedentes condenan a Van Gaal. Son bien conocidos sus problemas con grandes figuras del fútbol como Rivaldo, Luca Toni, Riquelme, Ibrahimović y la lista sigue. Está claro que para el técnico su sistema es lo único que importa, poco le interesa entender al jugador o motivarlo... Eso que hacen tan bien otros entrenadores ganadores hoy en día.

No viene al caso especular sobre qué tan simpático le cae el colombiano a Van Gaal. Lo cierto es que tras superar el reto más difícil de su carrera, Falcao se encontró con un técnico que aporta poco a su confianza y lo condenó a un rol secundario. Es cierto que en el fútbol no se vive del pasado, pero la historia marca y El Tigre tiene en su sus piernas goles y títulos que pesan.

Bianchi, Simeone, Guardiola y hasta el mismo Pékerman han demostrado que los DT que escuchan también consiguen resultados. Ojalá en su próximo destino Falcao encuentre un jefe a la medida de su talento.