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No podía ser mejor el comienzo para Santa Fe en la Copa Libertadores. Ganar como visitante es importante, siempre y cuando y es capaz, de conseguir triunfos en casa.

En la medida que van pasando los partidos para el equipo orientado por Gustavo Costas, se ve mayor sincronización, estabilidad y fortaleza en el sistema defensivo y espacio necesario para las maniobras de Omar Pérez, eficaz en los lanzamientos profundos para Morelos. Estuvo a punto de conseguir su tercer gol olímpico, aunque es bueno anotar que Vilar, el arquero del Atlas estaba en el sitio donde el balón pudo haber entrado.

El uno a cero, tuvo como protagonista a Luis Carlos Arias, un jugador con entrega, dispuesto siempre a auxiliar a sus compañeros en defensa. Ingresó entre dos zagueros rojinegros, quienes finalmente chocaron y fue por la insistencia de Arias que se congració con un gol de enorme valor. Cuando un equipo sabe que quiere y como alcanzar el objetivo, llegan los puntos. Ese el caso del actual Santa Fe.

Siguiendo con la Copa Libertadores, las sorpresas abundan en la fase inicial. Emelec, cuyo técnico Gustavo Quinteros será el encargado de dirigir a la selección ecuatoriana, concluyendo con la hegemonía colombiana en ese cargo (Maturana, Bolillo Gómez, Luis F Suarez, Reynaldo Rueda), supero ajustadamente a la Universidad de Chile en Santiago, avivando la crisis de resultados de este equipo, que sufre con las últimas seis derrotas.

Emelec se nota sólido, como también el boliviano The Strongest en la Paz, donde la altura, continúa siendo dolor de cabeza para cualquier visitante, así disponga de prestigio como Internacional de Porto Alegre. Racing ganó, lo cual no es ilógico, por la mayor jerarquía de sus jugadores comparado con el conglomerado del Táchira. La novedad estuvo en el cinco a cero, oficiando como visitante.

Santa Fe y Racing en ese aspecto lo hicieron muy bien. Los cardenales bogotanos deben tener seguridad en su condición de local, donde son fuertes y contundentes.

Ah, y finalmente, pasando a otro cuento, Pabón y Cardona le dieron bienvenida a “El Turco” Mohamed, con goles y triunfos. Siempre ocurre cuando llega un nuevo técnico. Es decir “escoba nueva, barre bien”