Colombianos por el mundo
Cuadrado y la Champions League, por fin juntos en Europa
Juan Guillermo Cuadrado por fin estará en la Champions, aunque hasta ahora irá como suplente en el juego de Chelsea ante el PSG.
“Juan Guillermo era un jugador más bien tímido cuando llegó al Medellín, pero era un jugador muy alegre con el grupo de amigos que tenía, era chistoso y siempre estaba de buen humor”. Así recuerda el técnico Juan José Peláez al jugador que hoy cumplirá el sueño de jugar en el campeonato de clubes más importante del mundo: la Champions League.
Peláez fue quien le dio a Cuadrado la oportunidad de debutar en el fútbol profesional colombiano con el Deportivo Independiente Medellín. Era el año 2008 y Juan Guillermo había tenido muchas dificultades para convertirse en futbolista profesional. A la muerte de su padre se sumó su problema de estatura y de crecimiento.
Después del desprecio de muchos técnicos que no confiaron en él, llegó a su vida Nelson Gallego, quien no dudó en probarlo y llevarlo poco a poco, con prudencia, con disciplina, hasta verlo convertido en el futbolista que siempre vio y que los demás no.
Después de destacarse en el Deportivo Rionegro, se cumplió su primer sueño, el de llegar a un equipo grande de Colombia. En el DIM, Peláez ya vio a un jugador más maduro y con muchas ganas. Sí, tímido pero con amor por la pelota, lo que hacía que se transformara cuando entraba a la cancha. Peláez también supo ver sus cualidades.
“Lo que está pasando con él ahora es el fruto de un muy buen trabajo de formación y después de competencia y de exigencia. Primero, en un fútbol como el italiano y ahora, mucho más en el inglés. Es un jugador que ha hecho méritos y que fue formado muy bien. Tiene la habilidad técnica con base en la gambeta y eso es muy apetecido en Europa”.
Ya Colombia comenzó a conocerlo pero no duró mucho en el Medellín. Los hinchas del ‘Poderoso’ lo disfrutaron solo un año y luego se fue a Udinese, pasó también por el Lecce, luego se consolidó en la Fiorentina. Entonces cumplió su segundo sueño, llegar a uno de los grandes de Europa, el Chelsea de Inglaterra.
“Era un jugador que soñaba con jugar en un equipo grande de Colombia y después irse al fútbol del exterior. Sin embargo, creo que en ese momento él no dimensionaba lo que podía llegar a hacer y adonde podía llegar”, dice Peláez.
No ha cumplido ni un mes en el equipo de José Murinho y ya el tercer sueño que siempre tuvo está a punto de ser una realidad. Jugar la Champions, el torneo que siempre vio por televisión cuando jugaba en Italia y del que ahora es uno de los protagonistas.
Para Peláez, el jugador de la Selección Colombia (que a propósito es otro de sus anhelos cumplidos), será muy importante en los octavos de final que comienzan hoy para el equipo de José Mourinho ante el PSG. Cuadrado podría ser titular reemplazando a Óscar que salió lesionado ante el Everton en la Premier League.
“Es un jugador que rompe en el espacio reducido a base de habilidad y a base de gambeta. Tiene mucha imaginación y es bueno para abrir defensas cerradas”. Pero no sólo se beneficiará el Chelsea, también Cuadrado tendrá de donde aprender. “Mourinho es un técnico que se preocupa por el orden táctico, porque el jugador sea profesional, que respete las obligaciones dentro de la cancha y da las posibilidades para que el jugador desarrolle su habilidad”.
En su paso por el fútbol italiano, Cuadrado jugó más de diez mil minutos y marcó 23 goles. En el Chelsea solo ha estado en la cancha 80 minutos que ya le sirvieron a Mourinho para saber que lo necesita mucho más y no solo en la Premier.
Es la primera vez que el colombiano jugará la Champions, pero ya había estado en una UEFA Europa League en la temporada 2013 - 2014 con la Fiorentina y fue eliminado en dieciseisavos de final por la Juventus.
Su momento es ahora. Lo espera un estadio visitante con el ambiente perfecto. Así como a él le gustan. Esos en los que el chico tímido se transforma y con fútbol, solo con fútbol, puede derribar barreras. La violencia, la estatura, la timidez. Cualquiera. Ahora es el París Saint Germain. De pronto el Parque de los Príncipes se contagia con su alegría y hasta termina viendo como baila un colombiano feliz, de buen humor, siempre alegre.