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BogotáActualizado a

Me parece oportuno tratar de explicar el por qué de las rotaciones en los equipos de fútbol, con un ejemplo inmediato como es el caso de Atlético Nacional.

Siempre me preguntan cómo saco a relucir la memoria sobre nuestro fútbol. Hace muchos años resultaba casi poético aprenderse las alineaciones de recorrido y creo hay dos razones.

Los planteles de antes no eran tan numerosos como los de hoy. Un equipo tenía como máximo 18 jugadores y con ellos era suficiente para atender básicamente un campeonato. Esta es la otra razón, eran torneos de entrecasa, largos, todos contra todos. Quien no recuerda, Torres, Scotta, Benítez; o Isassi, Sapuca, Iguarán y así muchas delanteras efectivas.

Pero de unos años para acá, nos tropezamos con Copa Libertadores, Suramericana, eliminatorias Mundialistas, Copa América y las famosas fechas Fifa.

Por eso el número hoy de inscritos por equipo puede llegar perfectamente a 30 futbolistas. Y para cualquier técnico, es de obligación tener un conocimiento pleno, a conciencia de sus dirigidos y saber cómo manejar la " carga " o sea el número de compromisos y la respuesta de cada jugador.

Además, como siempre anuncian los mismos técnicos, todos tienen opción y oportunidad y allí comienza el quebradero de cabeza. La estabilidad de una línea generalmente se va al arco y a la defensa. Hablo de cinco jugadores, mientras que del medio campo hacia arriba se ofrecen las variantes, la entrada y salida de volantes y delanteros.

Pretender estabilizar una alineación, se podría dar siempre y cuando los resultados en seguidilla así lo ofrezcan e ignorando de paso la mala cara de los suplentes o de aquellos que van a las graderías. Es explicable porque todos quieren jugar y albergan la esperanza de ser convocados. Bastaría mirar el rostro serio que ofrecen los suplentes. Por reglamento van once al campo.

Supongo que los técnicos, empezando por Osorio, requieren de un manejo especial para evitar fisuras dentro del plantel. Siempre se dijo y se sabe que manejar un grupo de personas, está por encima de los conocimientos tácticos y estratégicos del director técnico. Es poder combinar mano dura cuando aflora la indisciplina y estímulo para quienes se sienten respaldados. Por eso el paraguayo Pablo Zeballos, autor de los dos goles del triunfo ante Envigado, debe reconocer el apoyo de Osorio, cuando todos discutían su real valor.

La rotación es válida y lo importante es diseñar dos formaciones, con pocos jugadores, cinco si acaso, que estén en las dos.

Es la exclusiva manera de responder por tanto compromiso, sin olvidar que los dirigentes creen en una teoría muy discutible: entre más partidos haya, más dinero ingresa...