Harold Preciado: La lucha de un goleador en el ascenso

Dicen que hay que experimentar el dolor para valorar el placer. Y Preciado eligió el sacrificio y la incomodidad, en busca del fogueo, la fortaleza y los créditos que le permitieran retornar a su ‘hogar’.

Entonces, hay futbolista de elite que luego de un estornudo o un aviso de virosis hacen encender las alarmas entre sus seguidores, y otros que deben esforzarse para atenuar cualquier dolor, leve o intenso, y poder estar en la formación titular en cualquier compromiso oficial.

Harold Preciado (Tumaco, 1 de junio de 1994), hace parte del segundo grupo, el de los futbolistas que deben mantener un grito en lo alto para que luego de tanta insistencia su esfuerzo sea valorado.

Supo, tan pronto aterrizó en Montería, para jugar con Jaguares, que su permanencia en la capital de Córdoba sería casi que una penitencia.

“La primera semana me enfermé, debido al fuerte calor. Me dio fiebre y orinaba muy amarillo. El ‘profe’ Suárez me decía, ‘tienes que hidratarte mucho porque si no acá te mueres’. Allá cuando uno se enferma debe de ir a la droguería, por su cuenta, y comprar sus cosas para poderse mejorar”, contó Preciado sobre sus días de lucha con el equipo que jugará durante el presente año en la primera categoría del fútbol colombiano.

Y desde su primer recorrido, vivió los obstáculos del camino que había decidido emprender. “En enero (2014) que estuvimos haciendo la pretemporada en Cali, nos fuimos hasta Bucaramanga en bus (fue un recorrido de 20 horas). En Bucaramanga jugamos y al término, nos fuimos para Montería, otra vez en bus y otras 20 horas de recorrido. Pero yo fui el que decidí irme a luchar, porque sabía que eso me iba a servir como futbolista y como persona”.

Preciado cuenta que en dichos recorridos, “le dolía a uno todo. Llegábamos a los partidos con lo justo. Tocaba era dormir para ver si las horas se pasaban rápido, era muy difícil”. Pero pese a tantas dificultades, el delantero tumaqueño anotó 15 goles durante el primer semestre, se erigió en goleador, y celebró el campeonato del Apertura del Ascenso de 2014 con el conjunto cordobés.

En el segundo semestre logró seis anotaciones, debido a que sufrió un esguince de tobillo que lo alejó de las canchas durante dos meses, y conquistó el ascenso a la primera categoría.

La vuelta a casa

Preciado, quien arribó al Deportivo Cali en el 2009 procedente de su tierra natal, debutó con los azucareros en el Finalización de 2013, en la entonces Copa Postobón. El técnico Leonel Álvarez, le dio la oportunidad,

Y luego de experimentar el dolor con Jaguares, espera conocer el placer durante la presente temporada. “Yo sabía que este año iba a ser todo mejor”, asegura el jugador de 20 años, quien tiene muy satisfecho al técnico del Cali, Fernando ‘el Pecoso’ Castro, y el domingo será titular con los verdiblancos frente a su ex equipo. Cree que de convertir, no celebraría el gol.