Comienza el baile
Otro año y un nuevo campeonato, esta vez con 20 equipos en la Primera División. Porque hemos recorrido en estos 67 años de profesionalismo torneos con 10 equipos en 1948 y otros con 12, 14,16 y hasta 15 formaciones, buscando la fórmula ideal para entretener durante un largo periodo a la afición. Veremos si 20 es el número mágico, resultando la nuestra una liga atípica para esta época, en ese aspecto de número de participantes.
Por razones obvias, nuestro fútbol pasó de ser solo para entrecasa a un exportador de jugadores, aunque sin alcanzar los niveles de Argentina, Paraguay y el más grande: Brasil. Los jugadores que hoy surgen se trazan metas inmediatas para conseguir trabajo afuera de nuestras canchas. Creo y según cifras no muy ciertas, contar con más de 300 jugadores rondando por el mundo del balón. Solo en México -para esta temporada- hay unos 27 jugadores en primera división y unos 15 en segunda categoría. Todo porque paga salarios altos y es quizás en la región Latinoamericana el sitio más llamativo para nuestros jugadores.
Se sabe que un país que promociona a nuestros futbolistas, porque dispone de los mecanismos para hacerlo, es Argentina. Bastaría recordar los nombres de Iván Ramiro Córdoba, Mario Yepes, Juan Pablo Ángel, Falcao García, James Rodríguez, Carlos Carbonero, el Trencito Valencia, para verificar esa facilidad para que brinquen directamente a Europa. El problema con Argentina es saber las dificultades e incumplimiento en dinero para emigrar...
Volviendo a nuestro campeonato a puertas de su comienzo, es sabido que no podemos importar jugadores de primer nivel, precisamente por los costos. Si últimamente nuestros equipos no pueden retener a los jugadores por la ofertas de afuera, menos pensamos en traer calidad del exterior. Tendremos algunos equipos como Nacional, Medellín, Santa Fe, Millonarios, Cali, Junior y hasta el mismo Once Caldas con perfil de equipos competitivos para la liga y los torneos como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Hay otros que tal vez se las arreglen con esquemas baratos y esculcando en sus divisiones menores -si las tienen- alguna figura que resulte "la salvación" económica momentánea, como paso con América al transferir a Yamilson Rivera a México.
Después de estas consideraciones, ojalá disfrutemos de un campeonato con mejor nivel futbolístico, admitiendo la sombra del rendimiento de nuestros jugadores en el exterior. Aprendamos a convivir con el fútbol de allá y vivamos con intensidad el de acá...