Digo partido serio este que juegan el sábado Nacional y Santa Fe, porque está demostrado que en esta era, los juegos amistosos no seducen ni llaman la atención a los hinchas. Por allá en los años sesenta, la presencia en las llamadas temporadas internacionales eran el plan para enero o junio, con los equipos argentinos, brasileños, especialmente, por la novedad que ofrecían sus jugadores a quienes de oídas conocíamos… River Plate, Botafogo, Sao Paulo, Huracán, por mencionar unos cuantos, convocaban aficionados.
Como todo pasa y solo quedo el recuerdo en algunos, hoy en día únicamente valen aquellos donde existen premios. Sean puntos o cupos para otros eventos como es el caso de este primer partido entre campeones del 2014.
Tienen además una novela en común. La del arquero Camilo Vargas quien pasó de Santa Fe a Nacional y entre chismes, idas y venidas y dólares de por medio, alimento la expectativa para este choque. Ambas formaciones se movieron con mucha cautela en cuanto a contrataciones. Un poco más hizo Nacional incorporando dos paraguayos, Ceballos y Velásquez y Alcatraz García, para tapar el hueco dejado por Cardona, Alex Mejía y cediendo de paso a Páez a Santa Fe.
Los Cardenales no invirtieron mucho que digamos, porque “perdieron” a Cuero se arriesgaron con casi la misma nómina.
En este juego no se ven muchas novedades y quizás paguen precio ambos por la falta de ritmo y competencia. No es partido amistoso y existe el premio tangible… la Copa Suramericana.