Salvatore Mancuso fue nombrado gestor de paz: reacciones y qué funciones tendría
“Mi compromiso con la verdad, la reparación y la no repetición es indeclinable”, expresó Mancuso a través de una carta dirigida al jefe de Estado y a la sociedad colombiana.
El pasado 23 de julio, el Presidente Gustavo Petro anunció que nombraría al ex jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, como gestor de paz. De acuerdo con las declaraciones del primer mandatario, con la designación de Mancuso se prevé finalizar, en términos de esclarecimiento de la verdad y reparación de víctimas, las negociaciones entre el Estado y las organizaciones paramilitares.
En Colombia, los gestores de paz son personas que han pertenecido a grupos armados al margen de la ley y que son nombradas por el presidente de la República para gestionar e implementar acuerdos humanitarios durante los diálogos con las estructuras criminales. Sin embargo, esto no representa una amnistía ni un indulto, así como tampoco supone la firma de un acuerdo laboral o la entrega de salarios por parte del Estado.
Según la oficina del Alto Comisionado para la Paz, “por medio de esta figura se podrá solicitar a las autoridades judiciales competentes la suspensión de la medida de aseguramiento, de pena o solicitar la pena alternativa en contra miembros o ex miembros de grupos armados organizados al margen de la ley. Sin embargo, la designación no suspende o pone fin en ningún caso a los procesos judiciales y los gestores tendrán que responder a las autoridades competentes en caso de ser requeridos”.
¿Cuál fue la respuesta de Salvatore Mancuso?
Pese a su nombramiento, Mancuso seguirá compareciendo ante la justicia: por ahora se desconoce si el ex jefe paramilitar regresaría a Colombia a cumplir con la condena que actualmente paga en Estados Unidos o si seguiría colaborando con la justicia en el país extranjero. Sin embargo, su designación como gestor de paz no representa el cierre de sus procesos jurídicos.
Así lo señaló el fiscal Francisco Barbosa, quien aseguró que Mancuso no podría salir de prisión. “Lo que hay que aclararle a la opinión pública es lo siguiente: cuando se habla de este tema de Mancuso, la gente dice ‘bueno, que diga la verdad’, pero hay 38.626 hechos delictivos que se le han atribuido a Mancuso en los últimos 20 años y que, al mismo tiempo, ese señor ha dado versiones en la JEP y en la Fiscalía. Entonces, cuando se dice, ‘que le ayude al país a saber qué pasó’, ya existen los mecanismos para saber qué pasó. Mancuso le ha hablado al país durante 16 años alrededor de todos estos temas”, explicó el fiscal para Noticias Caracol.
Por ahora, el ex jefe paramilitar afirmó estar listo y a la espera para adelantar sus labores como gestor de paz, “lo que significa que mi compromiso con la verdad, la reparación y la no repetición es indeclinable. Continuar participando en el sistema de justicia transicional colombiano, tanto judicial como extrajudicial, es una responsabilidad con las víctimas. Hacerlo como gestor de paz en las negociaciones políticas es una responsabilidad con la sociedad colombiana para prevenir futuras víctimas”, expresó Mancuso.
¿Cuáles fueron las reacciones del nombramiento de Mancuso como gestor de paz?
A través de su cuenta de Twitter, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien adelantó procesos de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia, los cuales posteriormente finalizaron en la Ley de Justicia y Paz en 2005, expresó que estas labores también deberían ser designadas a otros miembros de grupos armados que han pagado condenas en la cárcel. “Hay paramilitares con 19 años de cárcel, o muchos años, que por lo menos deberían ser gestores de paz y tener una oportunidad de volver a Justicia y Paz (...) que el Presidente lo nombre gestor de paz no importa, lo grave es que mienta y que haya discriminación. Deberían dar el mismo estatus a otros como Jorge 40, con 19 años de cárcel”.
Por el contrario, el Representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Alejandro Ocampo, expresó: “por polémico que sea el nombramiento de Salvatore Mancuso como gestor de paz, el proceso de paz entre el Gobierno de Álvaro Uribe y los paramilitares dejó vacíos que deben ser reparados. Para conseguir la paz total es necesario que quienes han hecho parte del conflicto se conviertan en constructores activos de paz”,