Qué viene con la reforma de la Educación: últimas noticias y posible futuro de Petro
En las últimas horas se conoció que la bancada del gobierno y congresistas independientes y de la oposición no lograron un consenso, poniendo en riesgo su aprobación.
La reforma a la educación, una de las propuestas sociales clave del presidente Gustavo Petro, se encuentra en una encrucijada debido a las discrepancias entre el Gobierno y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que ha convocado un paro nacional en protesta por los acuerdos alcanzados con la oposición para asegurar la aprobación del proyecto en el Senado.
La reforma busca establecer la educación como un derecho fundamental y ha recibido apoyo unánime en el Congreso hasta ahora, incluyendo a partidos opositores como el Centro Democrático y Cambio Radical. Sin embargo, las recientes modificaciones acordadas con la oposición para garantizar su aprobación han generado un fuerte rechazo por parte de Fecode y sectores afines al Gobierno.
Ruptura del Acuerdo Multipartidista
El acuerdo multipartidista que permitió la radicación de una ponencia positiva para la Ley Estatutaria de Educación se rompió debido a diferencias sobre la potestad presidencial en la distribución de recursos en el sistema educativo. Según un comunicado de los senadores Paloma Valencia, Alfredo Deluque, Germán Blanco, Juan Carlos García y David Luna, la bancada del Gobierno decidió radicar una ponencia independiente, sin acuerdo, ni consenso previo.
A pesar de la ruptura, los senadores lograron consensuar varios puntos antes de la presentación de ponencias diferentes, incluyendo la aclaración de que el sistema educativo se compone de una oferta pública y privada, la ratificación de la autonomía financiera y administrativa del SENA, y la modificación del artículo 30 para establecer la evaluación docente obligatoria, entre otros ajustes.
Debate sobre la Calidad y Cobertura
Los principales puntos de discordia se centran en la inclusión del sector privado en la educación, la evaluación de los docentes basada en el rendimiento académico de los estudiantes, la incorporación de la educación terciaria y la meritocracia como factor para avanzar en el sistema educativo.
Mientras el Gobierno defiende la reforma como una herramienta para mejorar la calidad y ampliar la cobertura educativa, críticos como Jorge Iván González, exdirector del Departamento Nacional de Planeación, señalan que el proyecto se enfoca más en la cobertura que en la calidad.
A pesar de las tensiones, el acuerdo logrado en el Senado para aprobar el proyecto en tercer debate sugiere que la reforma tiene posibilidades de ser aprobada en el último debate. Sin embargo, existe el riesgo de que en la conciliación final se retroceda hacia un modelo más ideologizado y menos comprometido con el futuro de la educación y su relación con el sector productivo.
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