¿Por qué quieren suspender la venta de Aguardiente Amarillo en Bogotá?
Impedir la distribución de esta bebida provocaría pérdidas económicas para el departamento: entre 2019 y 2022 la distribuidora aportó cerca de $35 mil millones a la región.
La Dirección de Rentas y Gestión Tributaria, que es una entidad perteneciente a la Secretaría de Hacienda del Departamento de Cundinamarca, expidió el pasado 6 de junio la Resolución 797, con la cual se revocaría el permiso que tiene la Industria Licorera de Caldas para distribuir Aguardiente Sin Azúcar Amarillo de Manzanares en el centro del país. La inhibición del permiso, que inicialmente contaba con la protección legal para comercializar el producto hasta 2027, podría provocar una disputa ante los altos tribunales.
“La ILC se encuentra analizando todas las acciones legales a que haya lugar, pues los efectos conllevan a que no pueda ser distribuido y vendido el Aguardiente Sin Azúcar Amarillo de Manzanares 24° en el territorio de Cundinamarca, privando a nuestros clientes y consumidores de adquirir este gran producto”, explicó la distribuidora que expondría una demanda en contra de la Gobernación de Cundinamarca.
¿No venderían más Aguardiente Amarillo en Cundinamarca?
En julio de 2019, el Departamento de Cundinamarca expidió el Decreto 222, con el que se establecía una protección especial al aguardiente fabricado y comercializado por la Empresa de Licores de Cundinamarca. En efecto, los gobernadores poseen la facultad de adoptar medidas para preservar la producción y distribución de aguardiente local y restringir el ingreso de bebidas alcohólicas provenientes de otras regiones.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda de la Gobernación de Cundinamarca, la suspensión de la circulación de Aguardiente Amarillo en el departamento es producto del incumplimeinto de una serie de requisitos formales para distribuir este tipo de bebidas en la región. Sin embargo, según la Industria Licorera de Caldas, esta decisión fue tomada “arbitrariamente” y se evadió el procedimiento de ley, pues presuntamente a la entidad no se le comunicó la cancelación del permiso.
Adicionalmente, la suspensión de la venta de Aguardiente Amarillo de Manzanares en Cundinamarca dejaría pérdidas económicas en el departamento: entre 2019 y 2022, la comercialización de esta producto aportó cerca de 35 mil millones de pesos a la región por términos del impuesto al consumo y los derechos de explotación. Lo que para este año representaría una contribución de 71.885 millones, teniendo en cuenta las proyecciones establecidas por la Industria Licorera de Caldas.