¿Por qué Petro puso fin al cese con el Clan del Golfo y qué consecuencias tendrá?
Tras incumplir los acuerdos de negociación para la paz, el Gobierno Nacional declaró el inicio de los operativos militares para desarticular a la agrupación criminal.
El pasado domingo 19 de marzo, el presidente Gustavo Petro dio fin al acuerdo de cese al fuego con la organización narcoparamilitar del Clan del Golfo. En consecuencia, el primer mandatario anunció que se reactivarán los operativos militares en contra del grupo armado que tiene presencia en el Bajo Cauca. “He ordenado a la Fuerza Pública reactivar todas las operaciones militares contra el Clan del Golfo. Se suspende el cese bilateral con este grupo al margen de la ley. No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades”, escribió el presidente colombiano a través de su cuenta de Twitter.
Tras las declaraciones del presidente y las del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, en las que se vincula a la agrupación paramilitar con los actos vandálicos que irrumpieron el orden público en múltiples municipios del Bajo Cauca, en el marco del paro minero, se dio la finalización del cese al fuego con el Clan del Golfo.
El grupo armado ha sido señalado de ser el responsable de la quema de ambulancias, de incinerar un peaje, un camión de carga y dos buses de transporte público. De hecho, al parecer, también está detrás de las intimidaciones a la población y a la comunidad minera con la que la asociación criminal ha intentado ejercer presión al Gobierno Nacional. Sin embargo, el cese definitivo surgió luego del hostigamiento que provocó la organización armada a la fuerza pública de la región.
“El ataque con fusil a la fuerza disponible de la policía por parte del Clan del Golfo rompe el cese al fuego. A partir de este momento no hay cese al fuego con el Clan del Golfo. La fuerza pública debe actuar de inmediato contra las estructuras de la organización mafiosa”, notificó el presidente a través de Twitter.
¿Qué consecuencias tiene el fin al cese al fuego con el Clan del Golfo?
En primer lugar, el fin de las negociaciones de paz con el Clan del Golfo provoca una mayor presencia militar en la región para garantizar la seguridad de los habitantes y de los miembros de la fuerza pública que atienden las alteraciones de orden en la zona. “Mantendremos la presencia de la Fuerza Pública en todo el territorio que hoy ha sido objeto, en estos días, de violencias de parte del Clan del Golfo que manipula las necesidades de una población minera, sujetándolas incluso con su propia hambre, con necesidades que cada vez crecen en este momento a una especie de confinamiento poblacional”, expresó el presidente Petro.
En ese sentido, los operativos militares podrían provocar futuros enfrentamientos armados entre la organización ilegal y la fuerza estatal. De hecho, de acuerdo con Francisco Daza, investigador nacional de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) “esta postura del presidente podría tener implicaciones graves, como posibles retaliaciones armadas por parte del Clan del Golfo para demostrar su fuerza y control social en las zonas donde operan. Esto podría llevar a situaciones similares a las que se vivieron durante el paro armado del Clan del Golfo en mayo del año pasado”, señaló Daza para Pares.
En contraste, con la presión del Estado también se avanzaría hacia la formalización de la pequeña minería y se atacaría la extracción ilegal de recursos en la zona: “iniciaremos el trabajo de legalización de maquinaria y de titulación para que una familia minera pueda extraer oro sin afectar el territorio, y pueda levantar a su familia sin estar sujetos a organizaciones oscuras”, declaró Gustavo Petro en medio del Consejo de Seguridad que se llevó a cabo en Caucasia, Antioquia.