Modificaron la ley Sefardí: cómo me afecta y qué nacionalidad puedo pedir

Desde septiembre del año pasado, las autoridades europeas han modificado los requisitos de la Ley Safardí, una normativa de reparación histórica hacia las comunidades judías que fueron perseguidas o expulsadas injustamente de la península ibérica. Esta legislación permitiría a los ciudadanos que demuestren su ascendencia sefardita poseer la nacionalidad portuguesa o española.

De hecho, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas español (INE), hasta 2019 Colombia era el tercer país en el mundo que mayor número de solicitudes presentaba para adquirir la nacionalidad española: para ese año había en el país alrededor de cinco mil expedientes de personas que aseguraban ser descendientes de judíos sefarditas.

¿Cuáles fueron los cambios aplicados a la Ley Sefardí?

En primer lugar, las autoridades declararon que los solicitantes deben presentar documentos o certificados que demuestren su vínculo con Portugal, es decir, la posesión de bienes inmuebles en el país europeo o viajes regulares durante su vida. Sin embargo, para acceder a la condición sefardí es necesario poseer el certificado de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE).

Por otra parte, pese a que se creía que para solicitar la nacionalidad portuguesa o española era necesario poseer apellidos judíos, la lesgilación aclara que ningún país europeo otorga este tipo de documentos exclusivamente por el apellido. “Con respecto a la Ley Sefardí en Portugal, cabe mencionar que nunca se basó en los apellidos, sino en la ascendencia genealógica. Para aplicar a esta ley, se requería demostrar un vínculo de ascendencia sefardí”, explicó Javier Jaramillo para El Tiempo.

¿Con qué otro recurso podría aplicar a la nacionalidad española?

Además de la Ley Safardí, las personas interesadas en acceder a la nacionalidad española pueden apelar a la Ley de Memoria Democrática, una normativa diseñada para quienes tengan vínculos familiares con una persona nacida en España. Bajo esta legislación, los ciudadanos deben demostrar un vínculo sanguíneo con una persona exiliada desde 1978.

“Los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas, creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española, podrán optar a la nacionalidad española”, expone la Ley de Memoria Democrática.