Estado de salud de Miguel Uribe y el mensaje de su esposa María Claudia Tarazona: “Está anclado a a la tierra”

Este martes se cumplen cuatro días desde el ingreso del senador del Centro Democrático y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, a la Clínica Fundación Santa Fe de Bogotá, que hoy emitió su cuarto comunicado sobre su estado de salud.

De acuerdo con la clínica, “el paciente continua en la Unidad de Cuidados Intensivos con todo el monitoreo y los cuidados que requiere, permaneciendo en estado crítico. En esa franja de complejidad, se encuentra estable y las intervenciones realizadas en estas horas recientes mantienen su condición”.

Además, la entidad confirmó que siguen haciendo lo necesario para mitigar el impacto de las lesiones que Uribe Turbay recibió el pasado sábado, mientras se encontraba reunido con habitante del sector de Modelia, en la localidad de Fontibón.

Por otro lado, durante este martes 10 de junio se realizó la audiencia de imputación de cargos del menor de 14 años que atentó contra la vida del precandidato presidencial con los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, cargos que el joven no aceptó.

“Está anclado a la tierra”: esposa de Miguel Uribe

En horas de la mañana, María Claudia Tarazona, esposa del senador, salió a dar una breve declaración a los medios de comunicación presentes a las afueras de la Fundación Santa Fe. “Colombia, hoy quiero contarles que Miguel es un guerrero. Sigue luchando por su vida. Sigue dando esta batalla”, inició diciendo.

Casada con Uribe Turbay desde hace nueve años, Tarazona ha sido la imagen de fortaleza y acompañamiento durante estos días críticos. En su pronunciamiento añadió que “está anclado a la tierra. El amor de su hijo, el amor de nuestras hijas, el amor de nuestra familia lo mantiene unido a este plano terrenal. El amor de cada uno de los colombianos y todas sus manifestaciones han sido la fuerza que le han dado a Miguel la batería para enfrentar los días más difíciles y más oscuros”.

Además, la mujer manifestó que ninguna familia colombiana debería estar atravesando este momento que, para ella, hoy no tiene nombre. “No se llama dolor, no se llama horror, no se llama tristeza. No podemos bautizar este momento con ninguna palabra existente desde que la humanidad existió. Y sé que ustedes comprenden lo que les estoy hablando”.

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