El avión más grande del mundo aterriza en Antioquia: cómo es y por qué llegó a Colombia
Se espera que en los próximos días aterrice un nuevo Antonov-124 con otra de las piezas requeridas para el funcionamiento de la Central de Hidroituango, en el occidente colombiano.
El pasado 27 de junio, el avión de carga más grande del mundo, Antonov-124, aterrizó en el Aeropuerto Internacional José María Córdova en Rionegro, Antioquia, tras 72 horas de vuelo, 19 mil kilómetros recorridos y tres escalas de carácter técnico en Irlanda, Islandia y dos ciudades de Estados Unidos. La aeronave, que fue fabricada por la compañía estatal ucraniana Antonov, tiene la capacidad de transportar hasta 122 toneladas de carga.
El avión Antonov-124 tuvo su primer vuelo en 1982 y, pese a que la empresa diseñó 55 modelos idénticos, actualmente hay 26 aviones civiles de este tipo en operación. El aeroplano, que posee una autonomía de vuelo de 4.325 kilómetros, llegó al departamento antioqueño para movilizar equipos que serían empleados por las Empresas Públicas de Medellín (EPM) para finalizar las obras de Hidroituango.
¿Por qué llegó a Colombia el avión de carga más grande del mundo?
El Antonov-124 transportaba una compuerta mecánica que impediría la circulación de agua en los túneles de conducción de Hidroituango. La pieza, que llegó desde Zagreb, capital de Croacia, será instalada a través de trabajos subacuáticos con buzos, quienes deberán sumergirse a cerca de 60 metros de profundidad en el embalse. De hecho, el tapón tuvo que ser transportado en cinco partes, pues cada pieza tiene un peso entre 30 y 35 toneladas.
El funcionamiento de las unidades tres y cuatro de la Central de Hidroituango requiere de cuatro compuertas como esta, que fue diseñada y probada en Alemania y Croacia desde hace más de un año. Por lo tanto, se espera que en los próximos días aterrice otro Antonov-124 con una de las nuevas piezas requeridas por la obra, la cual tiene plazo para poner en funcionamiento las dos turbinas antes del 30 de noviembre de este año.
“Hidroituango ha sido el mayor reto de ingeniería en la historia de EPM y los trabajos subacuáticos hacen parte de este gran desafío, pues son maniobras de alta complejidad inéditas en Colombia y que marcan un hito en su avance con la llegada desde Europa de las compuertas subacuáticas para nuestra Central”, señaló el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo Cardoso.