Día mundial para la prevención del suicidio: ¿Qué hacer cuando alguien nos cuenta que ya no tiene ganas de vivir?
En 2024, Colombia vivió una de las tasas de suicidio más altas, con 2.984 casos. Los hombres, los más afectados.


El suicidio es más común de lo que nos imaginamos. Aunque es un tema que aún a muchos incomoda, es importante entender las razones de su presencia y de cómo, por diversos factores (que pasan desde lo genético hasta las condiciones de vida), puede tocar a nuestra puerta.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año, más de 720.000 personas fallecen por suicidio, siendo esta, además, la tercera causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años.
El 73% de los suicidios ocurren en países de ingresos bajos y medianos y, entre esos países, Colombia no es la excepción. Para el año 2019, un estudio de la Universidad Nacional dio a conocer que un colombiano se suicida cada cuatro horas. Pero las cifras no paran ahí.
En la última década, se ha presentado un incremento considerable. Datos preliminares compartidos por el Observatorio de Salud de Bogotá mostraron que en 2024, a nivel nacional, se presentaron 2.984 casos: 2.401 hombres y 582 mujeres.
Pero, ¿qué hacer si un hijo, un tío, un primo, un amigo o amiga, una sobrina, una nieta, un padre o una abuela, se nos acercan y nos cuentan que, por su mente, hay presencia de estos pensamientos? En AS Colombia le traemos una guía de pasos para aprender, reaccionar y acompañar a quienes amamos en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Aceptando la realidad: un tema que se debe tomar con calma y naturalidad
El primer paso al escuchar a alguien decir que está pasando por una crisis y piensa que vivir no es una opción, lo primordial es saber escuchar. Antes que nada, debemos validar los sentimientos de la persona.
Ojo: validar no es estar de acuerdo, pero vernos neutrales nos permite entrar en una posición de ser sujetos de ayuda y un espacio seguro para quien nos necesite. El psicólogo y caricaturista español Occimorons señala que debemos aprender, desde la calma y la comprensión, a entender “desde dónde nacen y por donde pasan sus pensamientos suicidas”.
Posiblemente lo que te está contando lleve algún tiempo rondándole la cabeza, por lo que debemos saber qué hacer ante esa situación.
— Occimorons -psicólogo (@occimorons) September 10, 2025
Aquí algunas ideas: déjale el tiempo necesario para hablar ya que poner en palabras las cosas no es fácil, escucha, válida… ⬇️ pic.twitter.com/32sf4tXCL7
También señala que es importante mostrar disposición y acompañamiento, es decir, no dejar sola a la persona en un momento en el que sabemos que su estabilidad no es la mejor. “Podemos ofrecer ayuda profesional o disponer de recursos”, dice en una caricatura que hizo viral en sus redes sociales.
De acuerdo con Mayo Clinic, la reconocida institución médica, académica y de investigación mundial, el primer paso es averiguar si la persona está en peligro de hacer realidad sus pensamientos, por eso es necesario tener a la mano esta serie de preguntas:
- ¿Cómo haces frente a lo que está sucediendo en tu vida?
- ¿Sientes alguna vez ganas de darte por vencido?
- ¿Piensas en la muerte?
- ¿Estás pensando en hacerte daño?
- ¿Estás pensando en suicidarte?
- ¿Has pensado antes en suicidarte o has intentado hacerte daño?
- ¿Has pensado en cómo o cuándo lo harías?
- ¿Puedes conseguir armas o algo que sirva como tal para hacerte daño?
“Preguntar sobre los pensamientos suicidas no induce a nadie a tomar ninguna acción autodestructiva, sino que le ofrece la oportunidad de hablar acerca de sus sentimientos y eso puede reducir el riesgo de que haga realidad los pensamientos suicidas“, dicen expertos.
Tener los ojos bien abiertos: preste atención a las señales de advertencia
No siempre es factible percatarse que un ser querido o un amigo están considerando suicidarse, pero este es un listado de las señales más comunes, pero que más ignoramos:
- Hablar sobre el suicidio, por ejemplo, con oraciones como: “Voy a suicidarme”, “Me gustaría estar muerto” o “Desearía no haber nacido”.
- Conseguir un medio para quitarse la vida, como comprar una pistola o almacenar píldoras.
- Retraerse del contacto social y desear estar solo.
- Tener cambios de humor, como sentir euforia un día y estar profundamente desanimado al siguiente.
- Preocuparse por la muerte, por morir o por la violencia.
- Sentirse atrapado o sin esperanza ante una situación.
- Consumir más alcohol o drogas.
- Cambiar la rutina normal, incluido el patrón de comida y de sueño.
- Actuar de manera arriesgada o autodestructiva, como usar drogas o conducir de manera temeraria.
- Regalar sus pertenencias o poner en orden sus asuntos, sin ninguna otra explicación lógica para ello.
- Despedirse de la gente como si no fueran a verse otra vez.
- Mostrar cambios en la personalidad o presentar extrema ansiedad o agitación, especialmente si esto va acompañado de algunas de las señales de advertencia antes mencionadas.
No es una exageración, es algo que se debe tomar en serio. Si usted o alguien conocido tienen pensamientos suicidas, contáctese con las líneas locales o acuda al centro de salud más cercano.
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Si alguien le dice que piensa suicidarse o se comporta de una manera que le hace pensar en la posibilidad de que se suicide, no le reste importancia ni ignore la situación, pues muchos de los suicidas manifestaron en algún punto de su vida que tenían la intención de hacerlo.
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