Independiente Medellín tuvo el coraje para poner la serie 4-3 con el tanto de penal de Juan Fernando Quintero y el autogol de Jeison Arango en el primer tiempo. Ahí brotó con furia la ilusión. Un mazazo fue para Deportivo Cali cerrar así la primera parte, con el rival amenazando su sueño de estar en la semifinal de la Liga I-2017 frente al América. Pero el dueño de casa no encaró con la misma convicción el complemento. Le dio un segundo aire a su rival que se llevó del Atanasio Girardot la clasificación. Presión e intensidad fue la fórmula para superar en el marcador y futbolísticamente a los azucareros . Lo único que le complicó el panorama fueron un par de fallas de Andrés Mosquera que le dieron vía a Nicolás Benedetti para armar los contragolpes. Además, el temperamento de Andrés Pérez ayudó al visitante a soportar la embestida. Fuero casi 20 minutos metidos en su arco, que pusieron a prueba la zaga verdiblanca. Cuando el argentino Valentín Viola se hizo importante, todo fue más fácil para el 'Poderoso'. Primero estrelló un balón en el palo. Luego recibió la falta penal de Luis Orejuela. El cobro, como sucedió en Palmaseca, lo asumió Quintero. Sin problema puso el 1-0 al vencer a Camilo Vargas (18'), a quien conoció de sobra en la Selección Colombia. El Rojo tuvo suficientes chances para ampliar el marcador. En una pifió Leonardo Castro, en un partido con poco brillo. Y en la otra fue Quintero en un tiro el que no logró superar los reflejos de Vargas. No obstante, fue más clara la opción de Fabián Sambueza que con apenas un chispazo del fútbol que mostró en Palmaseca hizo héroe a Mosquera al sacar de la línea la pelota. En tiempo de reposición se le aclaró aún más el panorama al cuadro paisa. Si bien Jéfferson Duque lo buscó y Cali con su salida rápida puso riesgo sobre David González, un centro de Quintero terminó en gol cuando Arango empujó el balón a su propio arco (45+1) para dejar al DIM a un gol de igualar una serie que parecía sentenciada tras el 4-1 en suelo azucarero. Cuando todo estaba servido para que el elenco de Luis Zubeldía rematara a su rival y materializara la hazaña de la que tanto habló en la previa , la versión que saltó al campo en el segundo tiempo no fue suficiente. Con una dosis más alta de agresividad quizá hubiese superado por completo a los verdiblancos. Más allá de algunas apariciones, movidas por el talento de Quintero y el corazón de Christian Marrugo, no fue suficiente para emparejar la inteligencia que tuvo el adversario para sortear la dificultad. Y es que Cali se aferró al Benedetti, que supo interpretar bien el partido para llevarlo a su zona de confort. Apareció en el momento clave para definir la llave en favor del Cali con un gol (59') que frustró a Medellín con un 2-1 que prácticamente lo condenaba a la eliminación. Con el ingreso de Miguel Murillo y John Lucumí se hizo aún más difícil manejar el juego para Medellín, que intentó hasta el último minuto hacer valer esos 42 puntos logrados en la fase regular. La lesión de Mosquera le representó un nuevo golpe. Pero encontró en las ganas de Mao Molina la fórmula para pelear hasta el final, así se viera distante poder lograr el avance. Lo tuvo en tres ocasiones con Quintero. Faltó puntería y Vargas aguantó. Hubo una mano de Lucumí que el juez no sancionó como penal para aumentar el tono dramático del compromiso. Hasta el final se desarrolló la lucha. Cali hacía todo por aguantar. Entre Juan Sebastián Quintero, la apuesta para la vuelta del DT, y Germán Mera se alternaban para apagar incendios en un vibrante cierre. El gol de Luis Carlos Arias (90') puso suspenso e insinuó penales. Había tiempo para lograr la hazaña. Vino la expulsión de Daniel Giraldo y un tiro libre de Quintero. Pero el '10' rojo esta vez no pudo ser por completo salvador. Su zurda no evitó el avance del Cali con 3-1 (5-4 en el global) que lo pone a rivalizar con América en un clásico vallecaucano que promete emoción en la semifinal.