Colombia enfrenta a un Argentina sin margen de error

“Se puede criticar a la Selección porque no ganó el último partido, pero Colombia puede dañar a cualquiera. Tiene la capacidad”. Pékerman elevó el discurso de humildad al de competencia antes del encuentro frente a Argentina. Con las armas listas, el técnico de la Selección enfrentará uno de los juegos más complicados de la Eliminatoria. La disputa en Sudamérica es brava, tanto que muchos entrenadores han relegado el estilo a cambio de puntos que los mantengan en la pelea. El técnico de Colombia no es la excepción, la prueba es que el equipo ha hecho partidos inteligentes para pelear resultados fuera de Barranquilla.

La posesión y el toque no se negocian porque son la esencia del juego de esta Selección, pero la dificultad para elaborar ha validado el contragolpe como opción en el partido ante Argentina. Cobra fuerza la propuesta de tres volantes de marca que sumó un triunfo en Asunción, ante un rival que necesita un resultado para meterse entre los cinco equipos de Conmebol con posibilidad de conseguir un tiquete a Rusia 2018. Tras esta fecha quedan 18 puntos en disputa el próximo año, pero a Bauza no le permitirán dirigir en marzo si este martes no suma de a tres.

Colombia tendrá que medir su solidez defensiva con una dupla de centrales inédita. Pékerman no lo confirmó (como es costumbre), pero por trayectoria Jeison Murillo y Éder Álvarez Balanta serían los titulares. En el mediocampo la apuesta está en la capacidad de Cuadrado de imponerse en el uno contra uno y en el criterio de James para filtrar balones de gol a Bacca o a Falcao. “El que pueda recuperar y entregar más rápido a James o a Messi tendrá más trascendencia. Ahí puede estar el futuro de los dos ataques. Así como en la capacidad de ir a los costados", indicó el DT argentino.

Más allá de los nombres y de las responsabilidades que le corresponden a un grupo de jugadores de élite que no ha estado a la altura de las circunstancias en algunos partidos de la Eliminatoria -especialmente como local-. Argentina sufre una profunda crisis en su juego. No cuenta con un estilo definido ni un esquema táctico que supla sus lagunas en la memoria futbolística. La falta de orden en el campo termina por sacrificar a Messi en funciones de recuperación que sumadas al aislamiento ofensivo lo condenan a ser uno más.

El Patón, que muchas veces defendió su talante defensivo, aún no ha dejado su sello en esta Argentina. A los problemas de generación y concreción de medio campo hacia adelante que le costaron títulos, le han sumado dificultades a la hora de replegarse y cubrir los espacios cuando juegan sin el balón. De 5 partidos al frente de la Selección, Bauza sumó solo un triunfo y 2 empates. El potencial de la albiceleste parte de la posesión: desequilibrio en las transiciones rápidas de defensa ataque y –por supuesto- Messi que puede tener malos partidos, pero la categoría intacta.

“Trabajo pensado en que esos partidos los voy a ganar siempre”. Bauza derrocha optimismo. Confía en la clasificación de Argentina al Mundial de Rusia y argumenta el bajo nivel del equipo como algo natural. Para el partido en el Bicentenario apostará por tres cambios: afuera Zabaleta, Pérez e Higuaín para darle paso a Mercado (lateral derecho), Banega (volante) y Pratto (delantero). Una alineación muy cercana a la que usó Gerardo Martino cuando llegó a Barranquilla tambaleando a la cuarta fecha de Eliminatorias (sin Messi) y de contra -con un gol de Biglia- enderezó el camino.

Solo Bolivia ha tenido un peor rendimiento como local que la Albiceleste en esta Eliminatoria, pero si de estadísticas se trata, Colombia no ha logrado ganar en Argentina desde 1993, en el –ya desgastado- 5-0 que selló el cupo a USA 94. En 15 enfrentamientos previos a las Copas del Mundo, Argentina ha ganado 9 juegos, Colombia 3 y 3 veces han terminado en empate. Ambas selecciones llegan con deudas en lo futbolístico y la necesidad de cerrar el 2016 lo mejor que puedan en la tabla. Bien lo dijo Pékerman, el de este martes en San Juan es un juego de difícil pronóstico. Ojalá resulte un partidazo.