Se durmió
El Deportivo Cali se durmió en los laureles, y en el estupendo primer tiempo y unos minutos en comienzo de la complementaria, tuvo todo para ganarlo con amplitud. Si la inicial apenas ofreció una ventaja de dos goles para el verdiblanco fue por "culpa" de Sebastián Saja, el portero de Racing.
Paralelamente su colega Ernesto Hernández, con ayuda de Mera, regaló el descuento al visitante y después tampoco pudo cortar el centro de Romero para el cabezazo de Lisandro López.
Un juego, que si contabilizamos las opciones para ambos, pudo haber terminado con 4 goles para el Cali y tres para Racing. En común los dos equipos lucieron desordenados en los sistemas defensivos. El trabajo del Cali en comienzo contó con el joven Rivera apoyando y Roa construyendo sociedades con Santos Borré y Preciado. Eso desapareció en los 45 minutos finales inexplicablemente, pues permitieron una reacción del contrario.
Además en la semana se pudo ratificar aquello de ser el 2-0 un espejismo como resultado. Basta que el marcador muestre un dos a uno y la tendencia sea el empate. Y de paso, una vez más se reafirmó aquello de ser el atacar, la mejor forma de defender una ventaja. Cali no cayó en cuenta de ese pequeño detalle y al cerrarse la primera vuelta en el grupo está en la última casilla, con un panorama futuro difícil. Debe visitar al mismo Racing y al Boca en Buenos Aires…
Para reconocer el trabajo de Roa, conduciendo el balón y generando o al menos intentando por la izquierda alguna acción positiva. En ese sector Banguero tiene condiciones para marcar, pero muchas limitaciones para levantar centros. En cambio se nota que puede ser un buen cobrador de tiros libres, al igual que su compañero Sambueza.
Cali se durmió con un dos a cero, regaló el descuento y no intentó salir a impedir la reacción, previsible del rival, que se marchó contentísimo con el trabajo exhibido para conseguir el empate.