Roa y Borré salvan la imagen del Cali en el empate ante Boca Jrs.

Dos equipos con una misma camiseta. Atrás uno que pegó sin rubor. Que cortó el juego con fricción liderado por Germán Mera con revoluciones de más en las piernas. Que buscó a Carlos Tévez para castigarlo con patadas y que lo contaminó de ese clima tenso que perdonó el árbitro brasileño que moderó sólo con tarjetas amarillas.

Adelante otro. Que tuvo al comando a Andrés Roa. Con la mente en el partido, entendió lo que había que hacer para sorprender a Boca Juniors. Recuperar rápido y meter pases largos para sacar provecho de la velocidad de los delanteros Harold Preciado y Rafael-Santos Borré.

Al primero, el técnico Fernando Castro le exigió calma en la marca sin perder la concentración. Ni Mera, ni Helibelton Palacio hicieron caso. Al segundo, le aplaudió que rescató la pelota del juego brusco. Con el plan de Roa marcha, llegó la más clara con el remate en el palo de Harold Preciado a los 43 minutos.

El resto del partido, en el complemento, siguió con ese Cali dividido y sin puntos de encuentro en común. Áspero en defensa, con más ganas en ataque pues Fabián Sambueza encontró los espacios de los argentinos por el costado derecho del área. Ahí habilitó a Borré que apretó a los centrales xeneizes, aunque estuvo apresurado en el remate final.

Lo de Boca fue muy flojo. Tévez volvió a ser guapo pero se perdió porque Pablo Pérez no lo acompañó con la frecuencia que lo necesitaba.

El próximo partido del Deportivo Cali será el 3 de marzo frente a Bolívar en La Paz. Castro tendrá una semana para unir las dos versiones de su equipo. Reivindicar el trabajo de Roa, Sambueza, Preciado y Borre. También llamar la atención de la defensa que pegó de más con la complicidad del juez brasileño Pericles Cortez.

En tanto, el conjunto argentino recibirá sin público a Racing que goleó en Avellaneda a los bolivianos.