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Colombia vs. Perú

Gilberto Bacca: "Ha llegado la hora de mi hijo en la Selección"

Para su padre, Carlos es el fijo en la delantera del equipo de José Pékerman. Desde su casa en Puerto Colombia, recordó junto a AS.com la vida del 17 de la Selección.

Barranquilla
En la casa de los Bacca en Puerto Colombia se respira fútbol.
En la casa de los Bacca en Puerto Colombia se respira fútbol.Daniel CortésAS Colombia

Un hombre mayor, delgado y en pantaloneta hace señas con una mano mientras con la otra sujeta su celular. Es fácil identificarlo, pues tiene puesta la camiseta número 17 de la Selección Colombia.

“Esta me la regaló después del amistoso contra Perú en Estados Unidos”, dice Gilberto Bacca, padre del ahora goleador del Milan italiano, mientras le abre a AS Colombia la puerta de su casa en Puerto Colombia.

La infancia de su hijo, el debut, su trabajo como cobrador de buses y la llegada a Europa, algunos de los temas de una conversación tranquila, amable y llena de recuerdos.

DIOS Y SU ‘GUARDADITO’ CON CARLOS BACCA

“De pequeño era muy inquieto en el fútbol. Como tenemos la cancha aquí cerca, él se la pasaba ahí metido. Desde los 6 años se iba para allá y veces la mamá tenía que ir a buscarlo. Ni se bañaba por ir a jugar fútbol”, recuerda Gilberto.

Carlos comenzó a jugar en Uniautónoma en las categorías inferiores, pero después dejó de entrenar. ¿Por qué?

“En la Autónoma se dieron cuenta que tenía capacidad futbolística. Yo en ese entonces era pescador y la verdad no me iba muy bien. A veces cogía, otras veces nada de nada. Y él me dijo un día ‘papi, voy a dejar de jugar para ayudarlo’. Y me duró dos años cobrando bus. Y eso a mí me dio muy duro, porque él no iba a practicar por estar trabajando en los buses. Me daba muy duro”.

¿Qué hicieron para que volviera al fútbol?

“Después de dos años un amigo mío que vive en Barranquilla me dijo que la familia lo recibía allá, y así le quedaba más cerca la práctica. Ellos insistieron, dijeron que él tenía mucho futuro y por eso lo mandamos para allá. Ahora que me pongo a pensar fueron casi dos años perdidos cobrando bus en vez de jugar fútbol”.

Pasó todo como tenía que pasar…

“Dios le tenía a él una cosa bien guardadita, porque mira dónde está ahora, jugando en Europa. Desde que llegó allá comenzó a meter goles y se fue ganando el cariño del público, de los clubes y eso me hace muy feliz”.

TORO POR BACCA Y EL INICIO GOLEADOR

El domingo 1 de marzo de 2009, Carlos Bacca debutó con el Junior. Ingresó por Martín Arzuaga , jugó 20 minutos y marcó dos goles. Su padre todavía recuerda ese día, pues estuvo en las gradas del Metropolitano.

“El cambio fue precisamente por Arzuaga, y los aficionados decían ‘sacaron un toro pa’ meter una vaca’. Y mira, Bacca les calló la boca. Desde ese momento siempre fue titular y dentro de nada ya estaba viajando a Europa”.

Pero antes de ir a Brujas, él pudo haber llegado a Italia. ¿Por qué no se dio?

“Todo estaba listo para que se fuera al Chievo, que era el equipo que lo quería comprar. Hablamos con los directivos, pero él tuvo un problema de tragos en una salida con unos jugadores del Junior. El equipo italiano se enteró de eso y el negocio se cayó. Es algo que nunca más se volvió a repetir”.

¿Y después llegó el Brujas?

“Sí. Llegaron unos empresarios. Vinieron hasta Puerto Colombia y concretamos todo, porque esas decisiones las tomamos en familia. Para él ha sido muy importante el apoyo, sobre todo en esa etapa en Bélgica. Al mes y medio de llegar ya se quería devolver. El idioma, el clima, la gente. Todo era diferente”.

¿Cómo hizo para aguantar?

“Después de un tiempo se llevó a la esposa, una hija nació allá y nosotros estuvimos tres meses visitándolo. Además, un conductor de él tenía una esposa de República Dominicana, así que hablaba español. Él compartió mucho con ellos y fueron de gran ayuda. Incluso a su mamá y a mí nos sacaban a pasear. En España fue diferente, se acomodó muy fácil”.

LLEGÓ SU HORA EN LA SELECCIÓN

Los primos, sobrinos e incluso el hermano de Carlos Bacca coinciden: “El fijo arriba es él. Los otros tienen que pelear por la titular”. Gilberto opina lo mismo, y asegura que su hijo ha sido muy paciente por tener su lugar en la Selección.

“Todo el mundo dice que es Carlos y 10 más. Antes, Teo y Falcao eran los fijos en la Selección. Falcao tuvo su lesión y eso le bajó mucho el nivel. Carlos ha esperado mucho por ganarse el puesto de titular, y creo que ese momento ha llegado”.

¿Le gustaría ver a Teo y a Bacca otra vez juntos en el Metropolitano?

“Claro, ellos estuvieron en el Barranquilla F.C., en el Junior y ya hemos visto que funcionan bien en la Selección. Además estarían jugando en su casa, con su afición, que es una gran motivación para ellos”.

Suena un celular y comienza el alboroto en la casa de los Bacca. Es Carlos, quien acaba de llegar a Barranquilla y quiere ver a su familia. “Arréglate papi que el niño nos está esperando”, dice Eloisa.

Gilberto deja a un lado la 17 tricolor y alista la 70 rojinegra. Se emociona mientras se mira al espejo con su camiseta del Milan italiano. Su esposa lo afana con la mirada. “De todas las camisetas que nos ha regalado, esa es la camiseta que más me gusta”, dice mientras espera a que se arregle su marido.

Antes de despedirse, Gilberto Bacca sonríe y dice: “Aquí nos emocionamos como si fuera otra vez ese partido contra el Pasto”.

Don Gilberto, no se preocupe, pues así estarán todos los colombianos cuando, este jueves, Carlos vuelva a hacer vibrar el Metropolitano.