Pékerman y Gareca cara a cara: enfrentados por ir al Mundial
Esquemas tácticos similares y la facilidad para llegarle al jugador son las características comunes que tienen los técnicos de Colombia y Perú que se enfrentarán el jueves en Barranquilla.
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Cruzaron miradas dominadas por una sonrisa en Rusia, cuando el sorteo del calendario para la Eliminatoria fijó como primer partido Colombia – Perú en el Metropolitano. “Otra vez”, se dijeron con la mente. Primero en la Copa América por la fase de grupos, después en el amistoso de Nueva Jersey y por último, este 8 de octubre bajo el calor de la capital del Atlántico.
El encuentro de este jueves marca algo más que un capricho del calendario. Es un duelo de rivales directos entre dos técnicos respetados por el fútbol que buscan tomar ventaja temprana en el camino hacia el próximo Mundial.
El reto resulta parejo pues comparten ideas tácticas similares. Además tienen llegada directa con el jugador. Pékerman y Gareca, de nuevo frente a frente. Estas son sus historias.
Construyó su carrera como formador de juveniles. El fútbol argentino considera como tesoro la carpeta que acercó a la AFA en 1994 con su proyecto para trabajar con las divisiones inferiores del seleccionado. Tres títulos mundiales en la categoría Sub 20 (1995, 1999 y 2001) son las medallas que se colgó mientras estuvo al frente de esas categorías.
Su salto a la Selección mayor fue lógico. La dirigió en el Mundial 2006 del que fue eliminado por Alemania en penales durante los cuartos de final. Jugar con enganche es una de sus marcas registradas. Juan Román Riquelme fue su volante “10”.
AS Colombia encontró que desde que asumió como nuestro seleccionador encomendó a James Rodríguez en esa función en 35 de los 41 partidos que disputó el cucuteño. En su ausencia puso en su lugar a Juan Fernando Quintero o a Macnelly Torres. Esa posición en el medio campo no se negocia. Juega 4-4-2 o 4-5-1 con Teófilo Gutiérrez más retrasado y un solo punta. El 10 es su fetiche.
Ante Perú sus opciones son Macnelly que está con poco ritmo por la recuperación de una lesión muscular o Edwin Cardona, al que le pidió que juegue más como enlace que como atacante.
Otra de sus fortalezas es la relación que tiene con el jugador. Su mensaje llega claro. Sus recomendaciones funcionan como arengas que suelen sacar el mejor rendimiento de cada uno.
El ex internacional Juan Pablo Sorín, su capitán en Argentina, lo describió en AS como “un líder horizontal, no es vertical ni autoritario, sino todo lo contrario, le gusta el diálogo, le gusta escuchar al jugador, pero eso no quita que tenga firme sus ideas y que trate de imponer su filosofía”.
Ricardo Gareca
Las canchas del ascenso argentino midieron su carácter como técnico debutante. Superó el lado B de ese fútbol que lo recibió y despidió con escupitajos desde las tribunas. Un derecho de piso que le endureció la piel en su extensa carrera que se catapultó en Perú con el título de Universitario en 2008.
Vélez Sarsfield le dio la oportunidad en 2009 y se quedó cincos años. Dejó tres títulos, potenció jugadores, impuso una forma de jugar que combinó el salir jugando con el balón al piso con presión en bloque, dinámica y ambición. Su 4-4-2, que a veces llevó a 4-3-3 dejó un sello en Argentina.
“El equipo siempre tuvo respuestas inmediatas para las adversidades”, fue la frase con la que sintetizó su paso por el equipo de Liniers.
A Perú llegó en 2015. "Es el desafío más importante de mi vida. Estar al frente de un país al que quiero, que me ha tratado muy bien, que conozco, es de una enorme responsabilidad y acepto ese desafío, sabiendo que nos espera una tarea difícil y complicada. Creo en el jugador peruano”, explicó en su presentación.
Convenció al plantel de su capacidad para asumir una posición más ofensiva, más atrevida, sin perder la solidaridad. Fortaleció el medio campo con un experimentado perro de presa como Carlos Lobatón que permite que Christian Cueva salga en ataque con la espalda protegida. Los dos volantes fueron los puntos altos en la Copa América.
“A Gareca no lo tuve como compañero, pero se notaba que era un líder. Era un jugador que te ganaba partidos, desequilibraba en el juego aéreo. Siempre mostró temperamento. Perú ha venido creciendo de su mano, los equipos que él ha tenido son de mística, de un orden táctico muy bueno”, le contó Bernardo Redín a AS Colombia.
Falcao García también lo elogió. “Perú es una selección que ha evolucionado mucho en los últimos años, con un director técnico que le ha dado una cara diferente”, expresó.
Pékerman y Gareca frente a frente. Otra vez.