Don Jediondo rompió su silencio: así se quebraron sus restaurantes

Pedro Antonio González, mejor conocido como Don Jediondo, habló por primera vez luego de confirmarse la liquidación judicial de su cadena de restaurantes Sopitas y Parrilla. El humorista reconoció el golpe económico, pero aseguró que respetará las decisiones de la Superintendencia de Sociedades. “Nos acogeremos a todo lo que diga la Superintendencia”, declaró en entrevista con La Luciérnaga de Caracol Radio.

El negocio, que llegó a tener 33 puntos de venta en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, además de un local en Estados Unidos, empleaba directamente a más de 200 personas. Sin embargo, las deudas y los incumplimientos en el acuerdo de reorganización firmado en 2022 llevaron a que la entidad ordenara su liquidación el pasado 26 de agosto.

Según cifras oficiales, al 30 de junio de 2025 la compañía reportaba activos por 25.601 millones de pesos frente a pasivos de 25.580 millones, un equilibrio precario que dejaba en evidencia las dificultades para sostener la operación. Entre los principales acreedores figuraban la DIAN, Colpensiones, Porvenir, Protección y obligaciones tributarias relacionadas con el impuesto al consumo.

Intentos de rescate y presiones financieras

Durante el proceso de reorganización, la compañía buscó alternativas para salvarse de la quiebra. En mayo pasado, por ejemplo, se anunció un acuerdo con un fondo de inversión colombiano y dos internacionales que prometían una inyección de cinco millones de dólares para abrir nuevos formatos como “Café Don Jediondo” y llevar productos típicos al exterior. No obstante, la inversión nunca se concretó y la empresa se quedó sin liquidez.

Bastante afectado, el humorista relató que la crisis comenzó hace más de diez años, con eventos como una ola invernal, además de la pandemia y el paro nacional, situaciones que generaron un incremento importante en abastos y cárnicos.

"Llegamos a tener más de 400 trabajadores en su mejor momento. Después, con la reducción, porque hubo que, después de pandemia, cerrar algunos puntos,nos quedamos con 208 trabajadores hasta hoy, o hasta ayer, mejor dicho, hasta ayer, que es lo que más me duele a mí”, señaló Don Jediondo.

El superintendente Billy Escobar explicó que la decisión fue inevitable. “Se actuó con diligencia para ordenar la apertura del proceso de liquidación judicial, con el propósito de salvaguardar el orden económico, proteger los activos disponibles y garantizar los derechos de los acreedores”, confirmó.

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