OPINIÓN

Uribe volverá a poner presidente

El expresidente Álvaro Uribe Vélez, salió de la instalaciones de los juzgados de Paloquemao, posterior a su declaración en el juicio por presunto soborno y manipulación de testigos. (Colprensa - Cristian Bayona).
Cristian Bayona | Colprensa
José Luis Querubín
Actualizado a

Álvaro Uribe será muy importante en las próximas elecciones presidenciales y tendrá mucho o todo que ver en esa contienda de 2026.

La persona con el más amplio caudal electoral en el país que le puede ganar al petrismo es precisamente Álvaro Uribe Vélez. Obviamente, se tendrán que hacer alianzas con gente afín al pensamiento político del Centro Democrático, pero es indudable que los votos del expresidente serán definitivos para cualquier candidato que realmente pretenda ganar. Ninguno podrá vencer sin alianzas, y si las rechazan, sería un grave error, porque eso le podría dar impulso al petrismo, aunque todo parece indicar que ese grupo político también llegaría fracturado a las elecciones.

Una democracia, como lo dice Yascha Mounk, “es un conjunto de instituciones electorales vinculantes que traducen de manera efectiva las opiniones populares en unas políticas públicas concretas”, y no lo que algunos políticos ven como la capacidad de prometer lo que no se puede cumplir y, con esa estrategia, superar a sus competidores. Petro espera que su proyecto político continúe y le permita tener otros cuatro años de lo mismo, pero está terminando con un desgaste muy alto que le puede jugar en contra y perjudicar mortalmente a su candidato.

El censo electoral de Colombia es 39,002,239; es decir, esa es la gente que está habilitada para votar en las próximas elecciones. Pero si tenemos en cuenta la cantidad de personas que se abstienen de votar, podemos decir (teniendo en cuenta la abstención del 43.48% de las pasadas elecciones presidenciales) que en esta oportunidad aproximadamente votarían un poco más de 22 millones de personas, con lo cual el próximo presidente tendrá que ganar con más de 12 millones de votos, y esa cifra no es fácil de conseguir. Entonces, sí o sí se verán alianzas para poder alcanzar ese número de sufragios; lo difícil será el manejo de los egos, porque, obviamente, si alguien se postula de candidato a la Presidencia de la República, lo hace pensando en ser presidente, aunque el objetivo de algunos puede que no sea ese, sino simplemente medirse para aspirar al Congreso de la República.

Petro tuvo todo para llegar a este momento de su administración con un nivel muy alto de popularidad y poder ganar con soltura las próximas elecciones, pero desafortunadamente él mismo se convirtió en su peor adversario y definitivamente perdió el rumbo y sigue pensando que la clase popular es la que le va a dar los votos que requiere, pero olvida que ellos no son los únicos que votan. Además, con la cantidad de peleas que ha casado con varios sectores de la sociedad, veo muy difícil que lo logre.

Gustavo Petro llegó a la Presidencia después de muchos tropiezos, porque no quería entender que sin alianzas no se llega al solio de Bolívar. Debemos recordar todos los apoyos que sumó en la segunda vuelta: más de 2 millones 700 mil votos, los cuales no llegaron del petrismo; venían de múltiples partidos políticos y sectores de la sociedad, y no sabemos si todavía los tiene, porque en la primera vuelta había sacado 8,542,020, pero a tiempo pudo enderezar el rumbo. Así que podemos decir que el voto duro de Petro es cerca de 8 millones y medio, aunque no sabemos si todavía cuenta con la totalidad de ellos, y lo demás es indefinido. Con esta información, podemos llegar a la conclusión de que al petrismo, sin apoyo de otros sectores, le va a quedar muy difícil alcanzar el número de votos que se requieren, a no ser que pase algo extraordinario y cambie todo.

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Con la situación de seguridad que tiene Colombia en este momento, es muy improbable que las personas voten por alguien que les recuerde o al que culpen del ambiente de violencia que vive el país. Y en ese escenario es donde el expresidente Uribe tiene toda la ventaja, porque si hay alguien que tiene claro cómo solucionar ese tema, es Uribe. Obviamente, Uribe no puede ser candidato, pero todo parece indicar que la gente va a votar por lo más parecido al expresidente o al que él diga.

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