¿Qué es la política?

Es un gran invento de los humanos para lograr vivir en sociedad, evitar irse a los golpes y lograr consensos.

Cuando nos hablan de política, casi siempre pensamos en la electoral, es decir, en aquella que se encarga de las elecciones, del voto, de las campañas para aspirar a algún cargo de elección popular y en el oficio del político. Max Weber señala que “quienes participan en los trabajos parlamentarios no pueden permitirse el lujo de la libertad integral. La vocación de la ciencia es incondicionalmente la verdad. El oficio de político no siempre permite decirla”.

Más que engañar o mentir, podemos persuadir. Para persuadir necesitamos influir en el pensamiento ajeno, en las creencias, las actitudes y comportamientos, es convencer al otro de que nuestros argumentos son lógicos y están en el marco de la verdad. Apelar a las emociones también es muy utilizado para lograr persuadir y fueron los griegos los que más trabajaron en el poder de la palabra y en sus ventajas. “La situación óptima para el desarrollo del arte de la persuasión fue, sin embargo, Atenas, en el marco de su sistema democrático”, según decía Aristóteles.

El concepto se empieza a utilizar por allá en la antigua Grecia, pero la política, podemos decir que nace de la necesidad de llegar a acuerdos, de dialogar, y de evitar la violencia o las guerras, muchos años antes de los griegos. Desafortunadamente el ser humano siempre ha tenido que luchar contra esa parte salvaje que en muchas ocasiones lo controla, y no solo en la actualidad sino desde siempre. Y es entonces cuando las personas se ven en la necesidad de pensar en algo que ayude para que la sociedad no se desborde. Ahí es cuando nace la política como constructo social o como lo diría Hannah Arendt “la política trata de estar juntos y los unos con los otros de los diversos. Los hombres se organizan políticamente según determinadas comunidades esenciales en un caos absoluto, o a partir de un caos absoluto de las diferencias”.

Ahora vamos al origen de la palabra. Política, viene del término griego politikós que significa ciudadanos, y polítēs es ciudadano, de polis que significa ciudad, según reseña el diccionario etimológico de la lengua española. Los griegos también buscaron solucionar aquellos inconvenientes que se presentaban entre sus ciudadanos y empezaron organizándose en la polis, que era una estructura social y política, la cual contaba con una forma de gobierno, un ejército y un marco legal propio. Entre los lugares que crearon en la polis, estaban la acrópolis, un lugar dedicado al espíritu, y a la vida religiosa, y en él estaban ubicados los templos donde se le rendía culto a las deidades. Por otro lado, tenían el teatro, conocido como un lugar donde los ciudadanos se reunían para su divertimento, en él había todo tipo de actividades culturales, era, por así decirlo, un espejo de la sociedad.

También tenían un lugar pensado, creado y utilizado para la política el cual era conocido como ágora, era una especie de plaza pública donde los ciudadanos se reunían para tratar diferentes temas administrativos que tenían que ver con su vida en la polis, se comerciaba, se hablaba de todos los temas, se compartían experiencias vivenciales e infinidad de eventos públicos, como todo tipo de juegos y fiestas, era un gran sitio de encuentro donde los filósofos hablaban de democracia y debatían sobre diferentes ideas. Es precisamente el ágora donde se le dio espacio al conocimiento y al diálogo.

El ágora tenía sus limitaciones. No todas las personas tenían acceso a él, los esclavos y las mujeres, por ejemplo, no podían disfrutar de esos espacios. Pero fue ahí, en el ágora, donde aquello que llamamos política tuvo su gran inicio. Y el diálogo empezó a ser importante, no solo para los griegos, sino para convivir en sociedad, y por medio del intercambio de opiniones lograr llegar a consensos. Es por eso que a todos nos debería importar la política y no ser apáticos a todo lo relacionado con ella.