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¿Estados Unidos escogió al mejor?

Estados Unidos necesitaba un presidente como Trump, después de tener a un hombre débil, y sin liderazgo como Biden.

Varios analistas han dicho que los tomó por sorpresa el triunfo de Donald Trump, porque no creían, en palabras de ellos, que un “racista”, “xenófobo”, “misógino” y “convicto” fuera a ganar la presidencia de la mayor potencia del mundo. Pues yo me aparto de esas opiniones y al contrario creo que Donald Trump es la persona que el país más poderoso del mundo necesita. Tal vez eso mismo pensaron los norteamericanos y por eso llevaron al magnate de nuevo a la Casa Blanca.

Aquí lo relevante era elegir a una persona que pudiera mantener el liderazgo de Estados Unidos ante el mundo, alguien que mejorara la economía, que tuviera carácter y además que pensara en los estadounidenses. Puede sonar cruel, pero si pensamos como un estadounidense y no como un latinoamericano o como un colombiano, el mejor era Trump. Los países latinoamericanos y los demás que reciben ayuda de Estados Unidos o que se benefician de ese país de alguna manera, no estaban preocupados porque el país del norte mantuviera su liderazgo, es decir, no pensaban en que tuviera un presidente capaz de mantener a esa potencia como la más poderosa del mundo, cada país de esos pensaba cuál de los dos candidatos iba a beneficiar a su propio país. Con el triunfo de Trump todos esos países quedaron a la expectativa sobre si con Trump van a seguir recibiendo ayuda y es ahí donde está el error.

Siempre medimos lo que pasa en el país norteamericano de acuerdo a como eso nos pueda beneficiar o perjudicar. Colombia tiene que emanciparse de Estados Unidos, no puede estar esperando a que llegue siempre un presidente amigo o que nos mire con lástima para poder estar tranquilos. Muchos de los analistas del mundo quedaron muy preocupados por lo que pueda pasar con Trump ahora que volvió a ser presidente de ese país, pero el país del norte votó pensando en su beneficio, como debería ser.

Donald Trump es un empresario exitoso, es un excelente estratega político, sabe cómo llegarle a la gente y es un visionario en todo sentido, “posee una visión del mundo de los negocios muy influenciada por el marketing y las ventas. Él es uno de los empresarios americanos que mejor ha entendido el poder de la marca y ha construido su proyecto empresarial alrededor de ella”, como lo dicen Diana Castañeda y Pablo Álamo en su libro El fenómeno Trump.

El mismo Barack Obama dijo una vez que Trump era un gran publicista y no se equivocó, porque Donald Trump ha construido su emporio pensando siempre en grande y como él mismo lo dice “si de todos modos hay que pensar, más vale pensar en grande”, y así lo ha hecho por muchos años. Se atrevió y se arriesgó a ser candidato y a jugársela otra vez por la presidencia de Estados Unidos después de perderla y además cuando muchas personas y numerosos medios de comunicación no daban un dólar por él, pero lo más importante es que él seguía creyendo que sí lo podía lograr.

El triunfo de Trump deja una gran enseñanza para aquellos que creen que ya están derrotados y debido a eso no hay nada más que hacer, sino darse al dolor. Trump tuvo muchos retos que debió superar: una condena penal, varias imputaciones, un intento de asesinato, voces que lo acusaban de autoritarismo, el cambio de candidato del partido Demócrata debido al mal momento de Joe Biden, y gran cantidad de críticos que no desaprovechaban oportunidad para tratar de hundirlo, pero gracias a su capacidad, su confianza en sí mismo, su valor para enfrentar las adversidades y su férrea decisión de lograr su objetivo, alcanzó la meta. Estados Unidos no llegó a donde está siendo débil, por eso escogieron a Trump.

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