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¡En política no se puede dar “papaya”!

Lo mejor que debe hacer un político cuando es pillado realizando algo indebido es reconocerlo y admitir su error, porque lo demás nadie se lo va a creer.

Esta semana ocurrieron dos situaciones en el Congreso de la República que generaron controversia, memes, críticas y mucha incomodidad a los protagonistas. La representante a la Cámara, Catherine Juvinao, pasó un momento incómodo cuando durante una sesión del Congreso en la que se discutía la reforma a la salud, utilizó un vapeador o cigarrillo electrónico, violando la Ley 2354 de 2024 que prohíbe su uso en espacios cerrados, y lo peor fue su reacción cuando se dio cuenta que estaba siendo grabada por la cámara de esa rama legislativa. La congresista trató de tapar el hecho, pero le fue difícil porque ya la cámara había captado el momento y además debido al susto por verse sorprendida se ahogó con el humo, aunque después salió a disculparse cuando medio país ya se había enterado de la situación.

La congresista Juvinao tiene todo el derecho a fumar lo que quiera, el tema es que no lo puede hacer en un recinto cerrado como lo prohíbe la ley. Lo que genera muchas dudas es su reacción, porque trató de ocultar el hecho, como lo haría cualquier otro ser humano cuando ve que lo graban haciendo algo prohibido, el punto es que Juvinao llegó a esa célula legislativa precisamente haciendo duras críticas a las malas prácticas de los congresistas y eso la llevó a ganar en las pasadas elecciones. Entonces, ¿qué debió hacer la congresista cuando vio que la cámara la estaba enfocando?, muy sencillo, seguir con normalidad porque a ese punto no se podía hacer nada. En política son muy importantes las reacciones, las formas, la expresión verbal y no verbal, porque nos entregan mucha información de los políticos, ya que generalmente se espera que caigan para patearlos.

Tampoco debemos llegar al punto de tirarle piedras a la congresista Juvinao y llevarla al cepo por lo que hizo, porque todas las personas cometemos errores, desafortunadamente así somos los seres humanos, pero seguramente sus opositores van a aprovechar ese hecho para atacarla y hacerla pagar por su error. Otro caso muy sonado fue el de la representante a la Cámara, Katherine Miranda, quien le dijo “marica” al presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca, lo que generó una suspensión y restricción al derecho de intervención de la congresista. Según dijo Miranda en una entrevista con gustavo Gómez en el programa 6AM de Caracol Radio, en el Congreso de la República pretendían “pupitrear” un bloque de artículos y debido a eso se enfrascó en una discusión en la que salió la palabreja.

La representante Miranda afirmó que “no se aprobó la reforma a la salud y nos vamos hasta febrero porque se evidenció como el presidente de la Cámara violó mis derechos de participación democrática”, por su parte el presidente de la Cámara dio su versión en la misma entrevista en Caracol Radio sobre el hecho: “por no direccionar la sesión en la manera en que un par de congresistas quisieron, pues se trató de alterar el orden con actitudes que faltan el respeto a la corporación, al ultrajar, no con una palabra, sino con una actitud agresiva y hostil, lo que me obligó a aplicar el reglamento suspendiendo el derecho a intervenir en la discusión de algunos artículos a la representante Miranda”. Lo que se debe analizar en este caso de una expresión dicha en el Congreso de la República es el lugar y momento en el que se dijo. Es un término coloquial muy utilizado en Colombia en un contexto informal, pero al ser mencionada en el Congreso en medio de un debate adquiere otro sentido. Los dos casos de las congresistas lo que muestran es un claro “papayazo”, como lo llamamos en Colombia o en buen castellano, una oportunidad servida al enemigo para que la utilice como le convenga. Las dos situaciones ocurridas a Miranda y Juvinao son muestras de que olvidaron algo muy importante en política, “no dar papaya”.

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