Colombia: El ciclismo no es de tradición, es de evolución
Dos días antes de la prueba élite, el hoy campeón mundial Mathieu van der Poel le puso candela a sus entrenamientos en el circuito de Glasgow. Fue exactamente en el corto, pero explosivo ascenso a Montrose Street que cruzó 10 veces el pasado domingo .
El video de sus prácticas previas a la competencia se volvió viral. No solo por la potencia y fuerza que muestra en el obstáculo principal del circuito del Mundial, sino porque se notaba su ambición de ganar. El deseo de poseer la camiseta arco iris.
El domingo 6 de agosto fue el campeón de la prueba. Venció a Wout van Aert y a Tadej Pogacar. Dos extraterrestres, pero ahora Van der Poel es el mejor. Es el campeón del mundo. Y fue durante los mas de 200 kilómetros de recorrido, el que mostró que su esfuerzo previo valió la pena.
Es una gran noticia su triunfo. Es uno de los diferentes, de las bestias actuales que tienen pocos rivales. De los que hacen que el ciclismo valga la pena cada día con sus pedalazos.
Pero su triunfo también nos hace ver la brecha entre esos nuevos prodigios, la forma en la que se preparan, la manera en la que afrontan un Mundial y como se hacen estas cosas en Colombia. O mejor, como no se hacen.
La Federación Colombiana de Ciclismo no ha entendido que el ciclismo cambió y que los verdaderos campeones son los que son fuertes en todos los terrenos y los que se preparan para todas las competencias. El ciclismo no es de tradición, es de evolución y eso lo vemos cada año en las competencias del World Tour y en los Mundiales.
Colombia es un país en el que los ciclistas se dan por generación espontánea, en nuestro país hay lugares en donde los ciclistas nacen en altura y esas son dos ventajas que hace mucho no se aprovechan. También hay lugares para preparar y formar contrarrelojistas y embaladores.
Lo que no hay es visión. No hay ambición. No existe una estructura de competencia que incluya infraestructura, tecnología, alimentación, conocimiento, ciencia. El Ministerio del Deporte tiene un gran reto, primero en la auditoría del dinero que se reparte a las Ligas y a las Federaciones, en este caso a las de ciclismo y segundo, en fomentar e implementar las garantías para que los deportistas estén bien preparados ante cualquier circunstancia.
El entrenador de las selecciones nacionales de ciclismo, con la importancia que tiene ese nombre, no ha dado la talla. En Glasgow, los corredores que participaron en la prueba élite no conocían el recorrido. No lo habían entrenado, no tenían un GPS o un mapa para estudiar. ¡A una hora de la prueba!
No es la primera vez que pasa. En un Tour de l’Avenir, Egan Bernal, a sus escasos 20 años, tuvo que dar la charla técnica para sus compañeros en presencia del entrenador. De esto se ha hablado hace tiempo, sin que la Federación o el Ministerio tomen cartas en el asunto.
Si no hay una tradición de Mundiales, de clásicas, de cronos en el ciclismo colombiano, ya hace muchos años que debió comenzar a crearse y a hacerse posible. Se llama evolución. Eso es lo que hacen los países que manejan sus recursos económicos y, los mas importantes, los humanos, de forma seria y comprometida.