El atril en el que iba a hablar Cristiano al término de su declaración fue brevemente ocupado por uno de sus asesores de imagen, al que le tocó hacer un papelón.
PorAlfredo Relaño
El atril en el que iba a hablar Cristiano al término de su declaración fue brevemente ocupado por uno de sus asesores de imagen, al que le tocó hacer un papelón.
El espectáculo no es edificante. Villar, su hijo Gorka y su espíritu no muy santo, Padrón, están en la cárcel, pero la Federación no va camino de depurarse.
‘Villarato is over’, me mensajeó un amigo en cuanto supo de la detención de Villar. En efecto, el Villarato, entendido como el largo periodo de mandato de Villar lo podemos dar por liquidado.
Por ahí anda, en 44 folios, fríamente detallado. El que tenga interés en el detalle, lo tiene a mano, accesible vía internet.