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Lo que ha sucedido con Vitolo requiere una mano como la que hizo el mejor relato de Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba.

Regreso de Barcelona, de nuestro acto central del cincuentenario de AS. Regreso de un encuentro feliz, del que ya tendrán noticia.

Fuimos seis intervinientes. Seis, como la foto de la barca, y se pudo percibir el mismo acuerdo que entonces.

Estamos, pues, frente a un deporte mejor, un periodismo más exigido y unos profesionales obligados a intimar con la audiencia y abrir su abanico de canales.

No hubo mejor manera de empezar el día. Desayunar en la redacción de AS con nuestras tricampeonas de Europa es un lujo emocional difícil de explicar.

Florentino compareció ayer ante el mundo reinvestido para un quinto mandato. No ha habido elecciones, no ha habido opositor.