Todos imaginábamos que Cristiano podría ponerse la capa de héroe como en la final de Milán lanzando el penalti decisivo, el quinto, pero por ahí irrumpió Claudio Bravo para vestirse de Duckadam.
PorTomás Roncero
Todos imaginábamos que Cristiano podría ponerse la capa de héroe como en la final de Milán lanzando el penalti decisivo, el quinto, pero por ahí irrumpió Claudio Bravo para vestirse de Duckadam.