Caracol Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NACIONALES DE RUTA

Sergio Higuita y la nostalgia de dejar la camiseta de campeón nacional

El ciclista del Bora Hansgrohe portó el tricolor con altura, sencillez y talento. “Siempre me sentí mas embajador de Colombia cuando lo porté”, dijo.

Sergio Higuita y la nostalgia de dejar la camiseta de campeón nacional
Luis Eduardo Noriega A.EFE

Sergio Higuita deja la camiseta de campeón, pero no por eso deja de serlo. Campeón en la carretera y también afuera. Su carisma y amor por la bicicleta hacen que sea uno de los ciclistas con más proyección en el World Tour. Fue el mejor colombiano en el 2022 y este año ya tiene listo su calendario para ir por más.

Con el Bora las cosas han ido bien. Es un equipo para gente como él, disciplinada y apasionada. Por eso están contentos con lo que ha hecho y mucho más con el podio que consiguió en la Vuelta a San Juan en donde empezó temporada este año.

En los Campeonatos Nacionales de Ruta no pudo repetir título. Ocupó el puesto 20 a más de dos minutos de Esteban Chaves, ganador de la prueba. Sintió el rigor del recorrido y como lo dijo antes de la competencia, lo venció el ‘candeleo’ de sus rivales en la carretera.

“Agradezco a la gente de Bucaramanga, me hizo feliz verlos a lado y lado apoyándonos. Fue muy bonito llevar la camiseta de campeón nacional en un año muy bueno para mi, pero seguiré representando a mi país como si la tuviera puesta”, dijo.

También habló de su temporada 2023, de lo que hizo en San Juan, del enfoque que le dará a las clásicas, de la ilusión que tiene de correr el Tour de Francia y de ganar una etapa en el País Vasco y de las palabras de Rigoberto Urán sobre la crisis del ciclismo colombiano.

Comenzó muy bien la temporada ¿Cómo se ha sentido?

“Es un balance muy positivo. Estoy feliz de haber empezado la temporada bien. El año pasado también la había terminado bien e iniciar en el podio es algo gratificante, buscamos hacer cosas buenas en San Juan, yo era el capo del equipo en esa carrera con Sam Bennett y al final logramos ganar una etapa al sprint y yo en el tercer lugar de la general. Es una carrera bonita, tranquila y buena para iniciar la temporada”.

¿Qué viene para usted después de los nacionales?

“Voy a hacer una semana más en altitud en Antioquia y luego viajo a Portugal a la Vuelta a Algarve, luego dos clásicas en Francia y ya luego haría la Strade Bianche, Cataluña, las clásicas de las Ardenas y esa sería para mi la primera parte del calendario. Estamos analizando a ver qué grande voy a hacer, esperemos a ver si es el Tour o la Vuelta”.

Es un calendario muy parecido al del año pasado...

“Sí, el inicio de temporada va a estar enfocado para llegar muy bien a Cataluña y las Ardenas, hacer un pico de forma bueno allí. Me gustó mucho y por eso la elegí así con este tipo de carreras porque puedo recuperar bien, entonces estoy motivado y espero que todo salga bien”.

Y repetirá la Strade en la que debutó el año pasado...

“Es una carrera que sí es muy bonita, es complicada, en la que se arriesga demasiado. Es en gravel, destapada. Si la haces bien es muy hermosa, entonces espero hacerla lo mejor que pueda este año ya con la experiencia que tuve el año pasado y espero no tener ninguna caída, disfrutar la carrera, pues decimos que es el monumento que no es monumento, entonces es hermosa”.

¿Y cuál grande le gustaría hacer?

“Tendría mucha ilusión de hacer el Tour de Francia este año. Tiene mucha montaña, no tiene tanta crono, inicia en una región que me gusta mucho que es el País Vasco, una región que me acogió como ciclista en mi primer equipo que fue el Euskatel Euskadi. Si lo hago me haría mucha ilusión pelear una etapa allí o tratar de tener el liderato porque es una carrera que inicia dura y mas allí. Me siento como parte de los vascos”.

¿Qué opina de las declaraciones de Rigoberto Urán sobre la crisis del ciclismo?

“Yo creo que la última camada de los que estamos en el World Tour somos los mismos del 97 y 98 y del 96. De allí hacia adelante creo que hay pocos del 2000 y del 2001. Pienso que sí hay una brecha, pero hay que esperar a ver qué procesos vienen. Nosotros vamos a correr hasta que estemos cuchos por ahí de 37, los años que tiene Rigoberto, entonces va a haber tiempo para que se renueve la camada. Nosotros vamos a dar todo y siempre estamos motivados, entregados. Esto es un deporte en el que no te puedes relajar ni un segundo y esperemos a ver qué sucede en un futuro, analizar lo que sucede porque somos potencia en ciclismo, somos ciclistas con nuestro biotipo, la oxigenación de nuestros pulmones, nuestra musculatura y hay que explotar esto”.

¿Por qué cree que Rigo lo dijo?

“Es mas que todo algo que a ellos les causa un poco de sensación agridulce. Él no habla con mala intención sino con impotencia de que esto esté pasando y necesitamos ciclistas que se pongan las pilas porque es también por ellos mismos. Yo trato de aconsejar a los mas jóvenes y a los niños del club Nueva Generación que estoy siempre cerca a ellos. Hay que tomar acciones rápidas antes de que haya una brecha grande de años y que sea imposible llegar a Europa”.

¿Por qué cree que está pasando esto?

“Es un choque cultural que todos tenemos cuando llegamos allí y que no se les da el tiempo para que los ciclistas se adapten porque ahora todo es muy rápido. Llega Bernal, Martínez, Sosa, Buitrago, Tejada y los equipos llegan y quieren coger niños de 19 años de Colombia y llevarlos. Cuando llegas allá es como en la universidad, no hay nadie que te diga nada. Llegas a la carrera, rindes y ya está. Eso es un ciclismo que es de madurar, de saber qué es lo que hay que hacer.

Nosotros vivimos solos. Cuando yo llegué con Postobón, llegué con 18 años, era un niño y estaba con un grupo de colombianos y a todos nos entraba la bala y nos daba tristeza de estar lejos de la familia y así pasa con los de ahora. Es un choque cultural. Hay algunos que lo hacen a la fuerza y lo logran, pero hay otros que no pueden porque acá tenemos una cultura muy cercana. Yo me adapté, tenía la necesidad de ir a oriente muy joven y eso es complicad”.

Algunos llegan y se relajan un poco y uno no puede estar cómodo. Yo hablaba con ciclistas veteranos de que esta es una carrera de 16 o 17 años y ya está. No trabajamos durante toda la vida, entonces durante esos 17 años no hay relajarse ni un minuto”.