Santiago Buitrago y sus inicios: “Era un chico noble, un caballero”
Jairo Chaves, papá de Esteban y director de su equipo, habló de cómo fue el paso por la escuadra del ganador de la etapa 17 del Giro de Italia.
“Optimismo, perseverancia, disciplina y compañerismo”. Estos son los valores del equipo de ciclismo de Esteban Chaves, fundación y proyecto deportivo que busca formar ciclistas, buenas personas y triunfadores. Estas cualidades hoy se hicieron reales en la figura de una persona: Santiago Buitrago, el ganador de la etapa 17 del Giro de Italia.
Santiago nació en Bogotá, tiene 22 años y vivió su primera experiencia en el ciclismo competitivo en la escuadra que fundó Chaves. Allí se formó, ganó, perdió, vivió experiencias junto a otros niños que como él soñaban con llegar a Europa. El paso de Buitrago por la FUN valió la pena, como lo cuenta Jairo Chaves, director del equipo y promotor de sueños de ciclismo.
“No puedo decir que lo hice, solo aporté a sus sueños y a los sueños de su familia en momentos difíciles. Cuando realmente a él nadie lo conocía y nadie apostaba por él, nosotros hicimos esa apuesta por su crecimiento y creo que lo único que podemos sentir es orgullo. Nos da la tranquilidad de saber que el proceso que estamos haciendo va por buen camino, que vale la pena y que está empezando a rendir los frutos que siempre soñamos”, dice Chaves con emoción.
Buitrago comenzó a amar la bicicleta cuando tenía 11 años. Su papá se emocionaba viendo las grandes carreras europeas y él se propuso ir a una de ellas. Su tenacidad, empeño y constancia son exaltadas por Jairo Chaves.
“Lo más importante es su disciplina, el trato con sus compañeros, el ser organizado en su vida personal, el saberse relacionar, el saber respetar la autoridad tanto de sus entrenadores como de sus compañeros líderes de equipo, respetar las decisiones de los técnicos cuando se va en carrera. Todo eso va haciendo que un chiquillo de 15 y 16 años empiece a ver a sentirse como un profesional y esa es la parte más importante”.
¿Qué cualidades vio el FUN en Santiago Buitrago?
De acuerdo con Jairo Chaves, el ciclista bogotano sobresalía en el ascenso, pero tenía más características propias de un ciclista completo, “desde muy pequeñito mostró mucho talento en la subida y claramente esa era su mayor virtud, pero tenía un biotipo más grandecito que los chicos de su edad que hacía que también la contrarreloj la hiciera muy bien. Era un chico que tenía muchísimas posibilidades de llegar adelante y creo que su mayor ventaja, más que el talento, era que era muy disciplinado y muy dócil”.
El trabajo que se hizo con Santiago fue un proceso que iba aumentando en rigor año tras año, “el programa fue a largo plazo, con él estuvimos cuatro años y la idea con él era cada año ir haciendo mayores kilometrajes y mayores cargas de trabajo siempre de forma progresiva. Cuidamos mucho de que fuera con el trabajo necesario sin pensar en acabar el motor del chico por las ansias de ganar nosotros. Fue un trabajo muy tranquilo y pensando en el futuro del ciclista”.
Su llegada al Bahrain y su presente en el Giro
Después de salir de la FUN, Buitrago fue al Team Cinelli, “estaba con el Cinelli en Italia y él tiene un padrino que le ha ayudado mucho y empezaron a establecer contactos con el Bahrain a través de contactos que él tiene. También el Bora le hizo una propuesta, pero ellos decidieron irse por el Bahrain. Ahí ya Santiago estaba haciendo cosas importantes en Italia”.
Chaves no puede sentirse más que orgulloso por el triunfo de Santiago, pero sobretodo porque se ha dado cuenta que es el mismo que se fue hace unos años de la fundación, “Santiago es noble, es un caballero. Es un muy buen chico, es de los que llegan muy rápido al alma y los puedes querer fácilmente porque es muy decente, amable, siempre está muy dispuesto a ayudar y a colaborar. Es un chico que cualquier persona que lo conoce se enamora de él porque tiene carisma”.
Y gracias a Buitrago, se ha dado cuenta de que el trabajo en el FUN ha llegado al punto que se esperaba desde el principio, el de los frutos, “para mi son especiales cada uno de los chicos que nosotros tenemos cuando están acá en la Fundación. Nos encariñamos mucho con ellos, los adoptamos, es un equipo de chicos que uno los siente como hijos y ver ganar a Santiago es un sentimiento que te embarga el corazón, que hace que te sientas satisfecho y orgulloso de haber aportado a la formación de un niño y de haber ayudado a cumplir sus sueños”.
Y añadió, “esto invita a seguir trabajando y hace que todos los sacrificios que hemos hecho por estos niños en la Fundación valgan la pena porque ya tenemos a Einer, a Santiago Galán y detrás de ellos vienen 10 chicos más que en algún momento van a sacarla del estadio. Es el sentimiento de que todo vale la pena”.