“Que me recuerden como el ciclista que nunca engañó”

Rigoberto Urán ya venía pensando desde hace algún tiempo en el momento de su retiro. Era difícil, pero sabía que el día llegaría. Y llegó. Al final de la temporada 2024 será el final de una carrera de 22 años en la que vivió momentos de alegría, pero también instantes de angustia y tristeza. Se convirtió en un referente del ciclismo mundial y en una de las figuras más queridas de Colombia.

En una rueda de prensa en Bogotá, el corredor del EF Pro Cycling explicó los detalles de su decisión, contó que le gustaría retirarse vistiendo la camiseta de su escuadra y no la de la Selección Colombia, dijo que espera poder ir a los Juegos Olímpicos y confesó que no será fácil ver las competencias por televisión.

¿En dónde le gustaría despedirse?

“Me gustaría en el Tour de Francia. Quiero hacerlo con la camiseta del equipo y no con la de Colombia porque le debo mucho al equipo y estoy muy agradecido. Si no fuera por el equipo no estaría acá, no hubiera tenido la oportunidad de hacer crecer los negocios. Es muy difícil que vaya a los Juegos Olímpicos porque delante de mí hay muchos corredores que están mejor que yo, pero si voy, seguro el retiro será en una competencia que haga después de París”.

¿Por qué dijo que tenía miedo del retiro?

“A mi me dijeron, ‘por qué tiene miedo, hizo plata, tiene empresas, por qué le da miedo’. El miedo vas más allá. Yo inicié en el ciclismo por una equivocación yo no soñaba con esto y el ciclismo transformó mi vida y lo he hecho toda mi vida. El miedo es cuando vea el Tour y yo no esté compitiendo, cuando ya no te reconozcan por ser ciclista, no sentirme útil, en la casa soy útil, pero ya no vas a ver tus carreras. Esos son los miedos porque hay una rutina y una disciplina. Pero bueno, ya si puedo beber y hacer una cantidad de cosas que solo tenía ciertos días para hacer. Eso me da miedo, estar en la casa, ahora ver qué va a pasar”.

¿Ya había pensado en retirarse?

“Michel en el 2019 me dijo que me tenía que retirar por el accidente, en la clínica esos fueron momentos horribles, nueve horas en cirugía, a ella le dijeron, ‘casi se nos va’ y eso casi mata a Michel. Ella me dijo, igual mi mamá y ya es un tema que hablé mucho en la casa. Hay riesgos todos los días a 90 kms por hora, dándolo todo pues, digamos que es muy importante siempre tener el apoyo de ella siempre me ha apoyado y ella me lo permite porque ella es la que se encarga de los hijos. Los hijos son muy lindos, pero molestan, los hijos revientan a la mamá porque el papá necesita descansar. Es suficiente, ya toca adaptarnos a una nueva vida, voy a aprender a hacer otros deportes, quiero aprender a jugar fútbol, aprender a nadar, soy joven y el deporte es importante en mi vida, pero ya va a ser más divertido”.

¿Cuál es su sueño ahora?

“Muchos sueños. El mayor sueño es la tranquilidad y ser feliz. Son los más importantes. Como familia y empresa tenemos muchos sueños, estamos en pleno crecimiento, en estos momentos no tenemos ninguno definido y soy hiperactivo, me gusta trabajar, tengo un equipo que también está como medio loco, seguir creando cosas nuevas me gustaría. También ayudar a una juventud, a sus procesos, aparte de ser deportistas retirarse y tener un plan de retiro, porque hay algunos que se repitan y quedan con dificultades. Cuando fui a Europa ayudé a muchos ciclistas y queda uno con ese servicio. Vendrán nuevos proyectos y las haremos con todo el amor del mundo”.

¿Cómo quiere que lo recuerden?

“Como el ciclista feliz, el que no engañaba a la gente, siempre siendo muy original, auténtico, que no ganó una cantidad de carreras, pero generó cambio para muchas personas generando empleo. Cambiamos el país trayendo extranjeros para que vengan a conocer nuestras tierras, pero mi vida no es solo el ciclismo. Sí es importante pero algún día me iba a tocar decirle adiós, siempre fui sincero y trabajador, todos los días trabajaba para ser el mejor. Cuando los resultados no se dan es frustrante para todos, pero no me quedé pensando. Ojalá vengan muchos de atrás porque a mí el deporte me cambió la vida. No ganando, eso es una motivación”.

¿Cuál fue su mejor momento en el ciclismo?

“El momento fue cuando estuve en el podio del tour de Francia. Han sido muchos, pero si me pregunta uno es ver los Campos Elíseos desde el podio”.

¿Cómo será su temporada este año?

Este año mis funciones han cambiado, yo soy un hombre que se dedica a ayudar al equipo y a Richard Carapaz porque ellos lo hicieron por mí casi 9 años, hay que ser realistas. Nosotros buscamos resultados de equipo y no individuales. En el Tour el objetivo es diferente, estar dispuesto para que nuestro líder Richard pueda buscar un buen puesto en la clasificación general. Yo trabajo mentalmente porque cambia mucho la forma de trabajar y buscamos resultados de equipo”.

¿Qué consejo le da a los jóvenes ciclistas?

“Adaptarse a Europa es complicado porque acá tenemos un problema que se llama la mamá y ese problema nos arruina muchas cosas a nosotros. La mamá a uno le hace todo y por más capacidad que uno tenga a la gente le toca hacer todo y la mamá hace falta. Hay muchachos que no saben fritar un huevo, no saben adaptarse y como acá uno está acostumbrado a que le celebren todo, allá no. Cuando quedé segundo del Giro de Italia, lo iba a celebrar pero no, allá no. Perdemos muchos talentos en Europa, hay que saberse adaptar y hay que sufrir, a uno nadie le va a regalar nada. Los primeros años fueron muy complicados y ese es el fragmento cuando se pierden muchos deportistas, la equipos no te esperan. Ellos prefieren un niño de Noruega o Dinamarca que no tiene problemas”.

¿Si extraña mucho el ciclismo, podría reversar la decisión?

“No, espero no equivocarme, ya es una decisión tomada, nos estamos preparando para eso, hay planes empresariales pero no creo. Siempre van a haber esas ganas de volver y siempre está el amigo que le dice a uno, ‘pero para qué se retira’. En Colombia no voy a correr, ya pude ver lo del Tour Colombia y lo disfruté ahí y disfrute de la afición”.