JUEGOS OLÍMPICOS

Mari Leivis: “Luché por la medalla día tras día”

Le pesista colombiana, admiradora de Luffy, sombrero de paja, madre de familia y una real luchadora, es la ganadora número 11 de medalla olímpica en levantamiento de pesas para Colombia.

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Luffy nunca dejó de soñar. Su máximo objetivo era encontrar el tesoro para convertirse en el rey de los piratas. Su poder, tener la visión del futuro, gracias a él, podía saber lo que venía y cómo afrontarlo. Luffy es un personaje ficticio, pero mucho de su carácter y de su forma de pensar fue inspiración para alguien muy real. Para una medallista olímpica. La tercera de Colombia en París 2024.

Mari Leivis Sánchez nació en Turbo, Antioquia, hace 32 años, tiene un hijo y ha dedicado su vida al levantamiento de pesas. Como Luffy, en sus entrenamientos, de muy bajo perfil, tuvo la visión de una medalla en Juegos Olímpicos. El gran tesoro de su vida a nivel deportivo. Hoy, 9 de agosto de 2024, esa visión dejó de serlo y ella, le hizo un pequeño homenaje a Luffy.

En la competencia, llevó unas medias con su personaje de animé favorito. El gran Luffy. Al final, en la zona mixta, tras su hazaña, confesó por qué las vistió, “he aprendido algo de él y es luchar por esa meta, por el sueño de querer ser el rey de los piratas, entonces por eso me pegué mucho como a eso”, explicó.

¿Qué más dijo la medallista Mari Leivis Sánchez?

La campeona también habló de su trabajo silencioso, de no ser favorita para ganar medalla, de tener que dejar a su hijo por largos periodos de tiempo para entrenar, de la competencia, y de algo que nadie celebra más que ella y es superarse a sí misma en los pesos. Pasó de 141, que era lo que había levantando siempre, a 145. Y lo logró en plena competencia.

La medalla de plata: “Es el trabajo que hemos hecho, lo hemos sacado de la mejor manera, para eso trabajamos y se obtuvo esa medalla. Creo que la luché día tras día, digamos cabizbaja y ahorita no tengo ni palabras. La emoción que siento de haber obtenido la medalla, el apoyo de mi familia, de Colombia, de mi entrenador, por él tuvimos este resultado. Hicimos un esfuerzo, dejar a mi hijo, a mi familia para poder estar acá”.

Su hijo Ismael Elías: “Le diría que lo amo y que por él es esta medalla. No es fácil dejar a un hijo, ser madre en cada instante para mí es duro, pero la verdad, contenta. Ha valido la pena”.

Lesiones: “En dos ocasiones tuve el desgarre muscular, pero gracias al equipo técnico que me ayudó con la recuperación. Y pues vea (risas y llanto)”.

Su apoyo: “No tengo ni palabras. Solo me queda agradecerle a Dios, le creí a sus promesas porque por medio de mi madre pude recibir ese apoyo de parte de dios. Él es quien nos permite todo. Y todo para su gloria y honra”.

Su familia: “La amo mucho, a mi madre, a mi padre y gracias a ella y sus oraciones, para ellos va dedicada esa medalla”.

De 141 a 145: “Yo le pregunte al profesor que cuanto había hecho porque creía que podía dar el resultado y le dije, ‘¿cuánto hicimos?’ y me dijo, ‘145′, porque antes solo hice 140 y acá vea, mejoramos esa marca”.

Los entrenadores de Antioquia: “Ellos estuvieron al pendiente de cada trabajo que hice por fuera, fueron casi 4 meses para poder buscar la medalla y gracias a ellos por el apoyo que aportaron para yo poder estar acá”.

Sin favoritismo: “Pocos me tenían, pero Dios me dio la victoria, el triunfo, el podio y con tranquilidad, la parte mental es fundamental y la trabajé mucho para salir a la plataforma y salir con todas las de la ley”.

Turbo: “Gracias a Turbo, a mi familia, esto va dedicado a ustedes con orgullo, con pasión, con honor. Sabe a plata (concluyó mientras mordía su medalla)”.

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